El nuevo paradigma tras la llegada del coronavirus

La pandemia y las restricciones sociales que ha obligado a implementar han posibilitado cambios sociales, en los ámbitos de consumo, de inversión del dinero y en cuáles son las empresas más atractivas para invertir de una forma tan rápida que ningún analista podría haberlos previsto salvo quizás en el caso de los más atrevidos.

Cambios en los hábitos en el Perú y en el mundo

Los confinamientos ordenados por gobiernos de medio mundo -al menos por aquellos gobiernos que retienen el monopolio de la fuerza en su territorio, en algunas regiones del globo ha sido imposible implementar confinamientos efectivos- obligó a millones de trabajadores, que también son consumidores, a pasar su actividad de centros de trabajo y comercios a sus propios hogares dando un impulso adicional a empresas que ya se encontraban en la senda del éxito, como por ejemplo Amazon, empresa famosa por colocar en pocos días cualquier producto desde una punta del mundo a la otra y que ha sabido responder con solvencia al desafío logístico de tener a cientos de millones de personas comprando online al mismo tiempo.

Además servicios que permiten el acceso telemático seguro a equipos informáticos, como las VPNs -Virtual Private Networks- y empresas que ofrecen entornos para celebrar webinarios e incluso reuniones a distancia han experimentado un notable crecimiento y aunque según avance la desescalada perderán parte de la cuota de mercado que han conseguido captar, sin duda parte de la actividad que hoy en día se desarrolla en la modalidad de teletrabajo se va a mantener igual después de la pandemia, esto es tan seguro que el pasado mes de mayo el Congreso nacional aprobó una nueva ley de teletrabajo.

Pero además de trabajo y compras, el ambiente estresante que la pandemia mundial ha generado necesita de mecanismos de evasión, y uno de los favoritos en las sociedades modernas es el consumo compulsivo de series, y la empresa sinónimo de series y películas en estos momentos -con permiso de Disney, Amazon Prime y AppleTV- es Netflix, una empresa que nació como un servicio de videoclub por correo postal, que se le ofreció a Blockbuster por un precio ridículo teniendo en cuenta su éxito actual y que en la última década ha multiplicado su valor por más de veinte.

Y claro, los acontecimientos que afectan a las empresas más valiosas no sólo influyen a los usuarios a los que trata de captar, también influyen y mucho en los inversores que tratan de sacarles rendimiento económico.

Cómo integrar la actualidad en la actividad inversora

Comprar acciones es probablemente una de las formas más populares de invertir hoy en día, en bolsa o mediante un bróker de trading online -mediante la compra directa en bolsa o utilizando los contratos por diferencia en el caso del trading- no se debe comprar o vender a ciegas sin tener en cuenta la actualidad -al igual que no se debería abrir una posición de trading sin antes comprender los riesgos que implican utilizar herramientas como el apalancamiento-, al fin y al cabo ¿Hubiera sido inteligente vender las acciones de empresas como British Petroleum, Repsol o Texaco durante el derrumbe de los precios de abril de 2020? ¿O hubiera sido mejor acudir a noticias y análisis para comprender que era algo coyuntural producido porque los productores no podían almacenar más crudo, y que incluso hubiera sido una posibilidad aumentar la exposición de una cartera de inversión a estos activos?

Y ocurriría lo mismo con cualquier noticia que afecte a una empresa que reúne mucha capitalización; los juicios antimonopolio que sufrió Microsoft a finales de los años noventa podrían haber sido para muchos motivo más que suficiente para huir en desbandada, al fin y al cabo el Gobierno estadounidense había puesto a la empresa de Bill Gates en el punto de mira, pues bien, cuando empezó el proceso antimonopolio la acción de Microsoft terminó el año por debajo de los 40 dólares, y en estos momentos la acción de Microsoft vale 257 dólares, a pesar de que un dólar de 1998 equivale a 1,61 dólares de 2021 el beneficio de haber invertido en Microsoft en aquel entonces es evidente. En definitiva, investigar más allá de los titulares y conservar la sangre fría es fundamental para el inversor exitoso.