El libro aún es un instrumento primordial para comprensión e investigación

-A pesar de la abrumadora época de la tecnología informática

-Un análisis de los frutos que dejó el I Festival del libro y lectura verde

Por: Marisabel Pérez Reátegui

Luis Gutiérrez es el más popular de los bibliotecarios en la Amazonía peruana por su tesis: «Revaloración Informacional y Desarrollo Sostenible». El libro fue editado originalmente en enero 2003, habiendo sido galardonado por la Federación Internacional de Bibliotecarios en la Universidad de Santa Ursula de Río de Janeiro, ese mismo año, y reeditado por segunda vez, por la entonces Universidad Particular de Iquitos (UPI), hoy Universidad Científica del Perú (UCP), donde es docente investigador. Graduado en Bibliotecología (ENB) en Ciencias de la Información (UNMSM), Psicología de la Comunicación (USMP) y una especialización en la Escuela de Comunicaciones y Artes de la (USP) de Sao Paulo. Actual Jefe del Centro de Documentación del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana y Presidente de la Organización del «I Festival del Libro y la Lectura Verde», afirma, «La biblioteca es un instrumento eficaz para conseguir resultados en instituciones académicas y de investigación, donde por sobre todo se valora la producción y el beneficio del proceso investigativo intelectual, pero atendiendo con suficiencia las capacidades lectoras y los valores humanos».

ONG Proyños, mostró parte del trabajo de conservación y educación ambiental que realizan
ONG Proyños, mostró parte del trabajo de conservación y educación ambiental que realizan

¿En una época en que las tecnologías informáticas  y la cultura audiovisual, se enrumban a la sociedad de la información o conocimiento, qué sentido tiene subrayar el recurso libro, como agente fundamental para el desarrollo de la investigación?

Aún cuando es totalmente cierto que estamos rodeados de tecnologías y medios de comunicación masivos impresionantes, que por su tamaño y capacidad de interconexión son espectaculares, ante los ojos del hombre común y corriente. No lo son, para quien o quienes nos jactamos de ser profesionales de la información, porque la lectura de este fenómeno visto a la luz del proceso analítico, no hace sino advertir una generalización excesiva de una sola dimensión que a partir de sus propias evaluaciones, pretende responder por las otras dimensiones que tiene la información, homogenizando conceptos y prácticas, las que consecuentemente mejoran sus recursos presupuestales, en decremento de la generación de los recursos y repositorios no digitales, agravando la pérdida continua de resultados de investigación y la generación de conocimientos, que en su base analítica implican un proceso de búsqueda y reflexión bibliográfica que posibilite la institucionalización del debate y la discusión con otros investigadores, sobre un determinado objeto de interés.

¿Qué es lo que le falta entonces, para una comprensión verdadera de este fenómeno?

El no reconocimiento de este problema de desigualdad, y la falta de procesos de investigación críticos, en contraposición a la del técnico económico, imposibilitan la visibilidad de las otras dimensiones de la información, en las que pervive la informacional, como aquella dimensión multidisciplinaria que sin restarle importancia a las otras dimensiones, atiende sobretodo la concienciación y socialización humanista del desarrollo sostenible,  potenciando el aprendizaje y la investigación en beneficio de las poblaciones locales, comunales e interculturales a partir de sus propias inquietudes y reflexiones. La comprensión verdadera del fenómeno de la información, debe ser integral y multidisciplinaria, y este es un reto que implica una gran dosis de responsabilidad social, así como una sólida y escrupulosa formación académica y vocación de servicio.

Lamentablemente,  no pocos profesionales de la información, apabullados por la carga ideológica de los datos y la publicidad marketinera que provee la megamaquinaria massmediática, han abandonado sus puestos para convertirse en tecnólogos de la seducción y el envolvimiento, muchos intimidados en pos del mantenimiento de un status ya ganado y que no quieren innovar,  y otros dejando desnaturalizar su función, por ir tras un sueldo de éxito. No obstante, los recursos de la razón crítica para pensar y analizar la realidad en que vivimos, parecen no estar completamente agotados.

¿Pero es gracias al internet por ejemplo que ahora el mundo ya no es el de antes, todos los escenarios de la vida social han sido reconfigurados en función a las TIC?

Ciertamente, pero yo retrucaría ¿qué escenarios?, ¿Qué tipo de información y para que objetivo? ¿Será que toda la realidad sólo puede ser interpretada desde una sola perspectiva, la del paradigma técnico económico? ¿y el ambiental? ¿y el sociocultural? ¿el informacional?

¿La tecnología verde es un nuevo tipo de concepto? ¿A qué conclusión se ha llegado en el ciclo de conferencias del I Festival del Libro y la Lectura Verde?

Para los profesionales de la información, ha sido una sorpresa muy grata que la UCP haya implementado su biblioteca virtual bajo una nueva comprensión ecoeficiente. Isaac Castillo Charco, director de la biblioteca virtual nos ha dado la mejor pauta ante tanto equívoco aseverando: «La biblioteca virtual no reemplaza a la biblioteca tradicional, la complementa para la difusión del conocimiento y del saber, para la generación actual y futura». (MIP)