El drama del alcoholismo o los caballos de troya

POR: J.V. (GRUPO DE AAA-TRUENO)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido al alcoholismo como una enfermedad incurable, pero que se puede controlar. Explican los expertos en esta enfermedad que existe un gen que predispone  al varón o mujer a ser alcohólicos, pero, que solo se manifiesta este diabólico gen si el ambiente en que vive el individuo, sea este social o familiar, le da las condiciones para que se manifieste.

Creo que todos tenemos este gen, solo que a millones de personas en el mundo, alcohólicos, no lo pueden detener ni controlar. Existe un gen recesivo que lo puede controlar si es que, también se dan las condiciones en que se mueve el individuo.

En el mundo, existen millones de alcohólicas y alcohólicos, desde presidentes, millonarios, empresarios hasta los más pobres.

En el tiempo que estuve viviendo en Texas, conocí el caso de un doctor en Genética, profesor de una universidad de la zona que era un  alcohólico crónico; hasta que un día manejando su carro al regresar a su casa se accidentó y se quedó paralítico para siempre.

El alcohólico con el tiempo va enfermando en todo su organismo y en la parte sicológica se ha comprobado que es uno de los elementos que produce paranoia y esquizofrenia, llegando a perder el sentido de la realidad y a ser manipulado por otras personas, sin la conciencia de elegir.

He conocido, también, hijos y nietos de un señor artesano en joyería, hace muchos años, que murió en la indigencia, que nunca el gen del alcoholismo que llevaban en su organismo se manifestó, creo, por una razón que no querían seguir el ejemplo del padre y morir de esa manera trágica. Uno de los hijos del padre alcohólico ya falleció pero con otra enfermedad y en plena sobriedad, ninguno de sus hijos son alcohólicos.

En el mundo existen grupos denominados Asociación de Alcohólicos Anónimos (AAA), a donde van todas las personas que reconocen sufrir esta enfermedad. Y, el primer paso es reconocer que eres alcohólico. Si no podemos dejar de beber cuando empezamos, mejor no sorbamos el primer vaso, porque después se vuelve incontrolable y queremos acabar con todo el trago del mundo, arrastrando, con los posteriores problemas sociales y económicos y laborales a nuestros hijos, padres, esposas y otros amigos y amigas, si es que antes no cometemos un crimen o un robo. Así  de simple, terminamos solos, en la cárcel o en el manicomio (paranoia y esquizofrenia). El alcoholismo es una enfermedad que trae otros muchos males a la mente, al alma y al cuerpo. Por eso el grupo de AAA, recomienda que si reconoces la enfermedad, mejor es no probar el primer vaso. Existen millones de casos de personas que pueden tomar bebidas alcohólicas sin que se vuelvan alcohólicos.

Los ejemplos de dramas en Loreto, en el Perú y el mundo, son por miles que han perdido sus familias, han robado y han perdido la dignidad y su fortuna. Existen casi igual número de alcohólicas y alcohólicas. Cuando se da el problema, es necesario reconocer que uno es el problema y vivir las 24 horas del día, lo que pasó es un cheque que ya se gastó y el futuro no lo sabes. Solo Dios lo conoce. Entonces, una vez reconocido que no podemos parar o dejar de tomar un mes en todo el año, mejor es preocuparse por el bien de todos. En Iquitos no existe estos grupos de alcohólicos anónimos, pero, puedes contactarte mediante el internet y conocer si eres o no, y conversar por este medio con las numerosas personas que han reconocido la enfermedad y gracias a ello la han controlado. Es como la diabetes, incurable, pero sí controlable. Si sabes que comer o beber mucho dulce o grasas te incrementa la glucosa en la sangre, mejor no hacerlo si no quieres quedar amputado la pierna y brazos. Lo mismo con el alcohol, si no puedes controlarlo, es mejor no beber el primer vaso, porque después viene la soledad, la pobreza, el cuerno y la pérdida de amor propio.

Muchos de los alcohólicos han cometido crímenes en un estado de esquizofrenia y han ido a parar a la cárcel por muchos años, dejando en la orfandad y la pobreza a sus hijos y demás familiares.

En nuestro cerebro existen los neurotransmisores, uno de ellos es como el diablo que se encuentra en tu oído para que te haga ver que antes que bebas y cuando estás bebiendo, que es placentero y con música de fondo, es decir el ambiente, el gen demoniaco se despierta y adiós pampa mía, hasta que llegas al mundo infernal que te lleva a la desgracia individual, familiar, social y económica.

Por internet, podemos  comunicarnos   con muchas personas que han salido de ese infierno para poder retornar al mundo, que es una sociedad hipócrita, porque aprovechando esta enfermedad, así seas lo más inteligente o técnico del orbe, van a utilizar como pretexto este asunto y te marginarán del sistema en que vivimos. Eso no está bien, pero así es, porque en ese estado de turbulencia mental y espiritual no sabemos elegir y tomamos decisiones erradas que nos llevará a la desgracia. Eso es el drama del alcoholismo, la enfermedad que no tiene cura, pero si podemos controlarla. Como dice la biblia, dominio propio.