El doble discurso

Los profesionales con conocimiento, experiencia y una hoja de vida libre de presuntos actos de corrupción y de sanciones desean trabajar en el sector público, pero casi todos los de este grupo se abstienen porque la “cosa nostra” o la presión para hacer lo que no deben, terminaría por hacerlos renunciar.
Desde el más alto nivel de gobierno hasta el nivel comunal, los dobles discursos ya no nos sorprenden, más bien los identificamos con mayor claridad.
Reconocemos que existen una serie de malabares por temas burocráticos que tienen que hacer las autoridades para lograr exitosas gestiones y tener mayor acierto en la ejecución del gasto, pero es una cadena, el gobierno local municipal demora, el regional demora, el nacional demora y la sociedad civil como poder ciudadano no funciona organizadamente.
Pero, no toda la demora es por temas burocráticos, también las demoras tienen sus sospechas en ciertos casos, aunque las evidencias nos hacen pensar que casi en la mayoría de casos, se estarían buscando acomodos, sacar ventajas ilícitas en los procesos de licitación; entonces, es ahí donde necesitan funcionarios “de experiencia” ya no para “tapar huecos” porque hay más control, ahora es para “los negociados”. Los indignantes porcentajes de “comisiones”.
Esto es como un secreto a voces que al final nos está destruyendo a todos. Aparentemente avanzamos, pero en el marco de un plan desarticulado donde no es la prioridad que nos conviene a todos o la obra base de desarrollo, sino, donde ligó la coima de la corrupción.
Entonces ahí encajan los profesionales “avezados”, los que son capaces de cualquier movimiento ilegal administrativamente, con el aval de la autoridad que decide su nominación. Una figura parecida a lo que acaba de ocurrir en el Hospital Regional de Loreto, donde colocan en un cargo a quien tiene antecedente por presunta corrupción en ese mismo puesto. ¿Por qué?
Y hasta hace poco el entonces director del hospital regional, doctor Carlos Calampa, nos anunciaba una lucha contra las “mafias” internas que opacan la labor de los que ganan su sueldo con honestidad y dignidad, ahora como director regional de Salud, debe demostrar que no fue un doble discurso y que de verdad se corrijan las nominaciones en jefaturas.
¿Cuándo vamos a lograr? que el trabajo de las gestiones de autoridades políticas se vuelvan técnicas desde el primer momento en que inician sus mandatos. Antes se escuchaba decir a los candidatos que cuando ganan una vez asumido el cargo el gobierno es para todos, dejando de lado el color político y se pueden convocar a los mejores cuadros técnicos, a los mejores profesionales de la sociedad para los cargos. Esto no está ocurriendo y lo necesitamos.