El derecho al trabajo y la dignidad humana

Escribe: Gladys M. Vásquez Pinedo
Maestra y Abogada

Cuando el imperio romano invadió Grecia y Asia, importó la cultura y la economía de los sometidos con el cobro de impuestos y la réplica de la filosofía, la literatura, el arte, la religión y la arquitectura de los que luego influenciaron y transformaron la cultura de los romanos. Esclavizaron judíos, asimilaron y oficializaron el cristianismo y con ello la Biblia donde se sentencia al trabajo como castigo a la desobediencia “comerás el pan con el sudor de tu frente”.
El concepto “trabajo” es un término universal creado por los filósofos para expresar con una sola idea la amplitud de lo que entendemos por trabajo.
Maximilian Karl Emil Weber (1864 – 1920), sociólogo, economista y politólogo, conceptúa el trabajo como una actividad humana, que como eje central de la vida supone relaciones entre hombres. El trabajo es un hecho social e histórico.
El trabajo del hombre, como todas las actividades, tiene su historia y valoración paralela a la historia y la técnica. Eso nos lleva a los orígenes de la humanidad y el descubrimiento del fuego y a partir de allí, con la oposición del dedo pulgar al índice realiza el trabajo manual y la adquisición de habilidades y destrezas, ello estimula el crecimiento del cerebro y el desarrollo del pensamiento lógico matemático y el razonamiento que lo urge a comunicar sus experiencias e inventos logrados a partir del continuo trabajo y diversas formas de expresión logrando articular palabras y desarrollar el lenguaje basado en los sonidos onomatopéyicos y simbolismos propios de su ambiente natural y social.
Dialnet, Portal de la Universidad de La Rioja, señala que “el trabajo es parte de la historia de la industria y la economía. Pero su evolución no solo es material y técnica sino también de las condiciones sociales y políticas del mismo”. Cuando lo ligamos al hecho de que es consciente, con el uso del cerebro y la imaginación o el simple esfuerzo del pensamiento crítico, lo entendemos como cualidad humana. Algo que dignifica a mujeres y varones en el entendido de que es la igualdad de oportunidades y la libertad a la que todos aspiramos.
Desde el enfoque territorial el trabajo está ligado a vínculos sanguíneos desde los orígenes de la familia. A la Educación, la religión, las costumbres o etnias que habitan un territorio.
Hoy nos consideramos una sociedad civilizada, con dimensión Inter espacial, pero nuestras actitudes y juicios son tribales, de hordas salvajes donde prima aún la ley del más fuerte, del más carnicero o depredador, del que injuria o difama a través de las redes, que dividen e invaden la íntima satisfacción de ganarse el pan con el esfuerzo individual de la eficiencia y eficacia en búsqueda de la excelencia al servicio de la sociedad civil empañada por el escándalo, el dolo y la mala fe de los cibernéticos perseguidores de honras, con mentes frágiles pero ávidas de venganza política.
¿Dónde queda aquella Declaración Universal que consagra a nuestra especie como HUMANA? En su Artículo 13° dice “Toda Persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la Dignidad Humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social”.
La Organización Internacional de Trabajo (OIT), refiere que trabajo decente es aquel que garantiza una serie de condiciones relacionadas con el cumplimiento de los derechos laborales fundamentales; el acceso a ingreso justo y proporcional al esfuerzo realizado; a trabajar sin ningún tipo de discriminación. Fujimori no respetó ni su propia ley de nepotismo, su parentela y amigos fueron premiados, como lo fueron de Toledo, Humala, Vizcarra y todos los poderes del estado. Se aplica solo a la plebe.
En la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), a los Docentes de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades que acaban de ganar su Nombramiento, obligándolos a renunciar sin considerar que es por estado de necesidad que uno trabaja en dos turnos y que sí se puede realizar el trabajo si NO HAY INCOMPATIBILIDAD HORARIA. La carga no lectiva se desarrolla en los espacios y horas que uno prefiera. Cuenta las horas efectivas con comunicación sincrónica y asincrónica, por Decreto de Emergencia Educativa en la que prima la virtualidad con Educación REMOTA, pues ni remotamente dotarán una computadora a los Estudiantes, ni de Banda Ancha a la Región Loreto.
Pero la miopía calculada y mezquina de los mediocres no toman estos criterios para evaluar un Expediente Profesional o la trayectoria de vida de los servidores públicos. Sociedad en decadencia que se manifiesta brutalmente en la Academia. Con esta guerra de psicosociales desatada por los cancerberos, ¿se puede exigir CALIDAD EDUCATIVA a la comunidad Unapense?
El Amauta, José Carlos Mariátegui (1894 – 1930), sostenía que la Educación había servido siempre como un agente regulador, enmascarado en formas diversas de métodos y tipos de escuela que divulgaban los patrones normativos del grupo social dominante.
¿Es esta la Universidad que asumirá los retos del desarrollo de la región, el país y el mundo? La decisión de CAMBIO EFECTIVO Y REAL ES POLÍTICA Y SOCIAL. (gladysvasquezperu@gmail.com).