EL BIONEGOCIO DEL AGUA.

POR: JUAN SOREGUI VARGAS.

Desde hace más de una década se escucha a muchos ambientalistas y a otros apocalípticos expresar que dentro de pocos años nos quedaremos sin agua dulce en el planeta. Que eso va a ser causa de la tercera guerra mundial, que por eso nos vamos a matar. En realidad, no hay datos científicos bien validados para certificar este pronóstico.

Científicos del Perú y del mundo, con datos bien registrados durante años, aseguran que el agua en nuestra Amazonía en vez de disminuir se ha incrementado, incluso existen periodos de vaciante grande en que abunda tanto que causa enormes inundaciones. Esto contradice lo que expresan los amigos ambientalistas y apocalípticos y, más bien, podría ser un elemento (me refiero a nuestra agua) que se incluiría en los bionegocios.

Hace un año, conversé este tema con el Ing. José Escobar Díaz, actual presidente de SEDALORETO, y coincidimos que ante tanto barullo ambientalista y con los datos certificados por los científicos que aseguran excedentes de agua en nuestros ecosistemas, se podría vender agua tratada a los países árabes (eternamente millonarios)  antes que se desate la guerra del fin del mundo, y a otros países que tienen harta plata pero carecen de este precioso líquido vital, en un programa de desarrollo sostenible.

Este tema, también fue conversado con varios no académicos y profesores y me dijeron ¿por qué no? Incluso un maestro que vive por acá por las Palmas coincidió con el Ing. Escobar y el suscrito. Es más este amauta ya tenía en mente como enviar el agua: en chatas con bodegas grandes, con agua bien tratada, con buen acondicionamiento y con tecnología de punta desde el punto de vista sanitario, etc.

Muchos nos dirán que estamos locos. Pero no, hace días acabo de ver un reportaje hecho en Alemania a dos grandes transnacionales de productos alimenticios. Uno de ellos es la Nestlé. La idea de vender agua ya no es nuestra, es la de ellos, y no solo la idea, sino han creado una línea desde hace diez años para tratar agua de sus ríos y de las napas freáticas y envasarlos en botellas mejoradas de plástico. Han ganado miles de millones de euros vendiendo este producto a los países árabes y del Asia y en su entorno. Con una tecnología impresionante, estas compañías saben utilizar bien sus excedentes de agua y no se están lamentando. En la película se observa como extraen el agua, como la procesan y como la envasan y la comercializan.

La idea de Escobar y de otros funcionarios  creativos, no tiene nada de locura, al contrario puede hacerse viable para costear los costos de producción y de servicios que prestan a los usuarios loretanos para de esta manera ser una empresa altamente rentable y solidarios con los que no pueden pagar y de esta manera tener un fondo económico para solventar nuevos proyectos de saneamiento ambiental. Eso se podría hacer en  los ambientes que tiene SEDALORETO, como una planta piloto de producción y comercialización, con el moderno y excelente  laboratorio que tiene y con los buenos profesionales que laboran en él. A este proyecto se podrían sumar no solo los profesionales de la UNAP, sino los particulares que venden sus agua tratada a domicilio, de tal manera que se podría formar un consorcio cooperativo de exportación de agua tratada que generaría trabajo y dinero y nos beneficiaría a todos de manera directa e indirecta. Las fuentes de agua podrían ser la de los ríos, la de la lluvia, etc.  Creo que si toman esta idea de innovación de manera adecuada y sin prejuicios y utilizan moderna tecnología podemos exportar miles de millones de litros de agua y ganar buen dinero, respetando el ambiente, como lo menciona José Escobar y los funcionarios de la empresa loretana.  Es un buen bionegocio, la Nestlé lo está demostrando, nosotros solo ponemos la idea.