Diversidad biológica para el desarrollo

Nuestra Amazonía es una de las  mayores diversidades biológicas de la Tierra, un importante privilegio y responsabilidad que deberíamos honrar cada día preservando sostenidamente las especies, recursos genéticos y ecosistemas albergados en nuestro territorio

 

Diversos estudios demuestran, adicionalmente, que los ecosistemas con mayor diversidad biológica constituyen una buena protección en caso de desastres naturales, de lucha contra el cambio climático y de garantía de una pronta recuperación tras cualquier tipo de desastre.

 

Se requiere, pues, poner en práctica lo que la normatividad y los convenios internacionales señalan. No puede permitirse que sigan ocurriendo episodios como los desencadenados por la contaminación de parte de las petroleras, extractores de oro y el avance descomunal de la tala ilegal en la Amazonía, debemos cuidar nuestras fuentes de agua y nuestros bosques para las futuras generaciones venideras.

 

Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas, propone una nueva visión del desarrollo. En su mensaje por esta fecha ha dicho: «Esa nueva visión deberá promover la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica y la distribución equitativa de sus beneficios […] se deberán reconocer los estrechos vínculos entre nuestro capital natural y nuestros objetivos de desarrollo». Esto se ha reflejado en el lema elegido este año por la ONU: «Diversidad biológica para el desarrollo y el alivio de la pobreza».

 

Debemos hacer un  balance para evaluar qué avances tiene en este ámbito desde que el mundo comenzó a utilizar y valorar el concepto de biodiversidad, para sintetizar la preocupación por la Tierra y la conservación de sus recursos, el desarrollo sostenible por el bien común y la comprensión que de todo ello depende la vida, nuestra vida.