Disfraz de amor

La violencia entre hombres y mujeres tanto física como psicológica, es mutua. El desbalance está en que la mujer es mucho más agredida en porcentaje que podría ser de 90 a 10%. Eso por el machismo que no es una enfermedad, sino, que estamos frente a una conducta social que se arrastra desde hace cientos de años.
Una conducta que el movimiento feminista en el mundo se atrevió a encararlo y luchar por desterrarlo, a lo que en la actualidad es una meta de muchos países del mundo acabar con esa violencia criminal que estaba invisibilizada, estaba normalizada que ni las mismas mujeres lo podían diferenciar, al punto que hay mujeres machistas.
Se han dado normativas internacionales y las naciones están en ese tránsito de ir perfeccionando sus leyes internas y asignando los presupuestos necesarios, para proteger primero a las víctimas, porque en la agresión a una mujer se pueden encontrar los hijos e hijas que también necesitan la protección y recuperación del trauma.
Paralelo se insta a los gobiernos regionales y municipales, en el caso de nuestro país a implantar políticas de prevención de la violencia tanto dentro como fuera de los hogares e inculcar de forma directa respecto a las señales de alerta. Es decir, actitudes que nos deben indicar que en el tema de la relación de pareja, existe la violencia disfrazada de amor.
¿Cómo identificar? El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) nos presenta a modo de mensajes lo siguiente: “Si me prohíbe salir de casa es para que no me pase nada”. Eso no es amor, es violencia. “A veces él elige que ropa me pongo porque me cuida”. Eso no es amor, es violencia.
“Me llama cada diez minutos para saber qué estoy haciendo”. Eso no es amor, es violencia. “Él es muy bueno, escoge a mis amigos porque me cuida”. Eso no es amor, es violencia. “Me protege tanto que revisa mi celular todos los días”. Eso no es amor, es violencia. “Me ama tanto, que no quiere que salga sin él”. Eso no es amor, es violencia. “Me revisa las redes sociales porque se preocupa por mí”. Eso no es amor, es violencia.
Estos mensajes válidos para hombres y mujeres, señala el MIMP, que este 2020 arranca con más canales de información para construir, juntos y juntas, un Perú sin violencia y en nuestra región Loreto catalogada con un fuerte machismo, es urgente aportar para que disminuya la agresión que mantiene en crisis emocional a nuestra sociedad.