Descentralización

No debe confundirse esta con regionalización. La primera es el objetivo, la segunda uno de los instrumentos para lograrla. Es positivo, por ello, que el jefe del Gabinete, Salomón Lerner Ghitis, haya convocado a los presidentes regionales y alcaldes provinciales para exponerles el plan gubernamental orientado a avanzar en la descentralización exitosa.

 

Uno de los aspectos que recalcó fue la necesidad de que «el gasto de las regiones sea eficiente y más dinámico, sin olvidar los necesarios controles que impone el ministerio de Economía».

 

En este sentido, resulta alentadora la acogida entre los presidentes regionales y alcaldes sobre el sistema de presupuesto por resultados -un aporte de la gestión del ministro de gobierno aprista Luis Carranza- que con inteligencia el actual régimen seguirá impulsando. La herramienta permite que el dinero de los contribuyentes sea invertido eficiente y transparentemente.

 

Es un hecho que se requiere simplificar los procedimientos para que la inversión regional y municipal sea fluida y responda a lo esperado y requerido por los ciudadanos. Esto ayudará, sin duda, a erradicar la práctica de las autoridades regionales de achacarle toda responsabilidad de los problemas de sus jurisdicciones al Gobierno Central, deben entonces, sentar las bases para consolidar las juntas de coordinación interregionales, así como las macro regiones propuestas, para impulsar proyectos comunes destinados a articular territorios para atraer inversión extranjera, evitar duplicación de funciones y desarrollar la infraestructura para dinamizar la economía macro regional.

 

A tal efecto, es necesario que las autoridades correspondientes expliquen a la población las bondades de este esquema, dejando de lado banderas partidarias y los caudillismos que frenaron en el pasado reciente las iniciativas para unificar regiones.