DEL AMOR Y DE LOS BESOS

Por Juan J. Saavedra Andaluz

La corriente literaria de la Amazonía Peruana se enriquece constantemente con el surgimiento de nuevos valores, especialmente en narrativa y poesía que le otorga un sentido peculiar a la fantasía creativa de propios y extraños que reciben inspiración del paisaje, de la floresta, de los bellos atardeceres en la región de Loreto, de sus ríos sinuosos, de sus ocultos lagos llenos de misterios que alimentan siempre la imaginación, fuente principal de las más hermosas expresiones de nuestra cultura.

En este contexto, aparece en la escena una nueva voz poética. Es Tania Saavedra Torres, que nos conduce con dulzura, suavidad y blandura por inimaginables caminos del amor, donde los sentimientos, en la metáfora, que vienen del corazón, nos invita a gozar del bien verdadero o imaginado, a direccionar nuestros afectos hacia el ser amado.

El poemario “Del Amor y de los Besos” sostiene la capacidad creativa de Tania en setenta poemas con inusual intensidad dedicados al amor, donde Eros y Cupido, juntos, se solazan en sus míticas convocatorias para que los seres humanos se amen cada vez más, estrechen sus sentimientos más nobles y generosos y que nunca pierdan las esperanzas por alguien a quienes ha unido una caricia sincera, una promesa de corazón a corazón.

La poesía y en general la creación literaria es un proceso de aprendizaje, una actitud de sublimación de los sentimientos, una bienhechora conjunción de talento innato y espiritualidad, en cuyo lenguaje se expresan sin pretensiones académicas los versos de Tania, estructurados en tercetos, aunque sin la rigurosidad que exigen la combinación métrica de endecasílabos. No obstante, pone en juego con éxito, asistida por la Musa, un ingenio poético propio, peculiar, distintivo en el escenario de una frondosa creación literaria regional.

La poesía de Tania apuesta con gran libertad por el romanticismo sin encadenar sus cantados sentimientos a sus aspectos históricos. Los expresa didáctica y generosamente dejando fluir como las aguas de alguna mágica fuente  desde el indescifrable misterio de su vivencia.

Confirman este aserto los siguientes versos:

“El amor es todo cuando se

siente interminable,

que alienta vivirlo”.

“No existe algo más hermoso,

que   el amor que se entrega

a un amor verdadero”.

“Incansable de corazón a corazón,

hasta encontrar su verdadero nido

que acaricia su existencia”.

“Del Amor  y de los Besos”, deja sentir el Aura que acaricia suave y apacible, la vigorosa fuerza que mueve la vida, le da significado, le otorga la gloria y su capacidad de permanecer siempre lo mismo en el espacio – tiempo: el amor, origen divino, promesa de eternidad, inmarcesible, intocado en su pureza.

Y con razón, nos llegan al corazón los versos:

“Vivir es amar la existencia

porque  somos mortales,

cada instante en la vida”.

“Nuestro vivir es y será,

el soporte para albergar

amor y ternura en el ser”.

“Todo se siente intensamente,

cuando el sentimiento sincero

se entrega con cálidos besos”

Hay en los poemas de Tania una constante que configura una invitación y un imperativo a la vez: nada hay más allá del amor, de la entrega mutua, de la sinceridad, de la promesa cumplida. El amor, en una versión nueva pero de sentido más práctico, menos filosófico, pero sí arraigado en la historia de la humanidad, el sentimiento y la idea – fuerza  hace que la vida sea posible, por encima de renuncias morales de la Especie.

Mas allá de ritmos, que los hay en la interioridad de los versos, veamos cómo el numen guía el talento de Tania y nos pone al descubierto que

“Inspira la soledad y el silencio,

noche tras noche contempla Natura,

que el Divino nos dio”.

“Deleita pasión y alegría,

Momentos libres … libres.

Las cosas triviales de la vida,

no  agobiaron mi soledad, mi silencio.

“Seguí adelante, apasionada,

maravillada ¿y por qué no?

feliz por tanta inspiración”.

 

Aunque “Del Amor y de los Besos” no es un paso definitivo, sí es parte de una vertiente que irá regando un terreno más fértil, no sólo en la creación poética, sino también en otros campos de la literatura, que desde muy temprana edad tocó las puertas de un talento en proceso de maduración. “Del Amor y de los Besos” aparenta ser un curso de algún riachuelo de aguas frescas que conducen y conducirán el talento de Tania Saavedra, enfrascada ahora en una búsqueda que sólo el futuro podrá desvelar.

“Del Amor y de los Besos”, de nobles y generosos sentimientos, también está hecha esta vida. Asumámoslo así, nos sentiremos humanos perfectibles por el verdadero poder que mueve el mundo: el amor.