Cuando la calle habla

El problema que viene afrontando la comunidad universitaria de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, por la creación, hecha por el gobierno, de la Universidad Nacional Autónoma de Alto Amazonas, ha generado toda una identificación con los intereses de nuestra primera casa de estudios superiores, por parte de todos los estamentos que lo constituyen, habiéndose agrupado en una sola voz, en una misma actitud, los estudiantes locales, estudiantes indígenas, trabajadores y docentes, en el Comité por la Defensa de la UNAP.

Su propósito es, como su nombre lo indica, defender los intereses de la más antigua universidad de la Amazonía Peruana, que en los últimos días ha sido víctima de la precipitada creación de la UNAAA, sin otorgarle su correspondiente presupuesto y es más, expropiando bienes de la UNAP para transferirlas a la universidad yurimaguina.
Otro problema que tiene que afrontar la UNAP es que a consecuencia de la baja del precio del petróleo, el Canon Petrolero ha disminuido y consecuentemente lo que le corresponde de ello, por lo que pide se le amplíe el presupuesto para sus necesidades de implementación para sus facultades.

En resumen, la UNAP no está en contra de la UNAAA, sino de la irresponsabilidad del gobierno y de políticos interesados en ganarse el favor del pueblo alto amazonense trayendo al mundo un hijo sin tener cómo velar por su vida ni atenderle en sus necesidades. Y eso sólo puede ser calificado de irresponsable y oportunista.

La gran protesta de la familia universitaria unapense se dará el martes 31 de marzo, donde se espera la presencia masiva y multitudinaria de la ciudadanía y de los sectores de la Sociedad Civil para darle fuerza y representatividad a esta convocatoria del Comité por la defensa de la UNAP.

Cuando la calle habla, los políticos están en la obligación de escuchar su voz.