Crimen sin castigo y asalto impune

  • Fiscalía de Caballo Cocha no es proactiva en caso de asesinato y robo.
  • Igual que la división de criminalística de la policía nacional del Perú.
Joven se había instalado en Islandia desde el año 2010 en el negocio de venta de combustible.


El 23 de enero 2021 a las 19 y 30 pm Ronald Villalobos Vega (38), sin intuirlo, se disponía a saborear lo que sería su última cena. A un costado estaba su conviviente Merci Rivera Gonzáles (36). De pronto tocaron la puerta de la casa ubicada en la calle 2 de Julio s/n Islandia (Yavarí), Merci se habría levantado a abrir viendo de inmediato un hombre con rasgos brasileños empuñando un revolver en su mano derecha.
Caminando directamente hasta donde estaba Ronald, quien ya se había levantado para enfrentarlo. No le dio tiempo. Tres certeros disparos, uno en el entrecejo y dos debajo de la espalda, le cortaron el aliento. Quedó tendido en el piso con su short blanco y sandalias. Mientras Villalobos expiraba, el asesino y sus cómplices bajaban hacia el río donde estaba una chalupa robada que los trasladaría al lado brasilero.
Incluso se dieron tiempo para amenazar con una pistola al guardián de la balsa flotante de Ronald, quien no hizo más que retroceder y ver cómo la chalupa se alejaba con los sujetos. Un vecino corrió hasta la comisaría a avisar sobre el asesinato del empresario dedicado a la venta de hidrocarburo y abarrotes en la zona. La policía armó un operativo y junto a la Marina, a quien le pidió apoyo, fueron al lado del país vecino.
Luego de una hora y media, en la localidad de Leoncio Ramírez Castro, a inmediaciones del aserradero “Palomino”, entre la maleza flotante del río, personal policial encontró la embarcación en la que se fugó el asesino y sus cómplices. En el bote la policía encontró un morral color negro con filos blancos de marca Adidas. El mismo que contenía en su interior un polo color negro manga larga, con coloridos en la parte del pecho.
Ahora último acaban de interponer una denuncia penal contra la conviviente de Ronald, Merci Rivera Gonzales, que ostenta la nacionalidad peruana/brasileña, debido a algunas inconsistencias y contradicciones en sus declaraciones. Sin embargo, los meses transcurridos y la poca proactividad de la fiscalía de Caballococha y policía de criminalística; hacen que dichas denuncias estén quedándose rezagadas en la lista de prioridad de ambas instituciones.
La fiscalía de Caballococha, a cargo de Demetrio Víctor Astorga García, volvió a citar a Merci Rivera, únicamente para que diga el segundo apellido de la conviviente de su sobrino que supuestamente había estado en la última cena. Cuando Rivera, en su primer testimonio a los familiares de Ronald que llegaron a la zona; había expresado que habían estado comiendo los dos solos.
Pero luego apareció otra versión, en cuanto a que habían estado con un sobrino y su pareja, qué esta al ver caído a Ronald sobre un charco inmenso de sangre; salió disparada por la puerta posterior, la que también aprovechó el asesino para fugarse.
Mientras que Merci Rivera, que es enfermera de profesión, en vez de tomar los signos vitales a Ronald, al observar tremenda escena congestionada de sangre; optó por subirlo a su yate y llevarlo al hospital de Benjamin Constant (Brasil). Cuando lo más próximo era el centro de salud de Islandia ya que en esos casos, los segundos cuentan.
En sus declaraciones, el fiscal no le pregunta si tenía signos de vida al subir a Ronald al yate y del por qué no lo llevó a la posta viendo la gravedad de los hechos, en vez de perder tiempo en trasladarlo a la zona brasilera. Donde llegó cadáver y no solo eso, le saturaron las heridas sin sacarle las balas.
Ella dejó cerrada la casa donde se concretó el crimen, no había señales de que habían palanqueado la chapa, un punto que tampoco está claro. Porque dice haberse parado a abrir, pero luego da a entender que el hombre ya estaba adentro con el arma.
Ella misma lo retira del hospital y lo lleva a velar a la casa de un familiar en la zona brasilera, no lo regresa a velar a su domicilio en Islandia, donde varios amigos de Ronald, lo esperaban. Posteriormente, la familia de Ronald, que vive en Iquitos, viaja a traer el cadáver del ser querido.
Patsy Cenepo, denunció penalmente a Merci Panduro, conviviente del hombre asesinado, por las siguientes sospechas.
“El 23 de enero tocaron dos veces la puerta de la casa donde estaban cenando, resultando que a la segunda llamada ella (Merci) acudió a abrir la puerta, encontrándose antes de llegar a la puerta dentro de la casa con un sujeto que encañonó y disparó a Ronald Villalobos Vega.
Otro indicio de sospecha, es que en la casa solamente se encontraban Ronald y Merci; resultando imposible que el extraño haya ingresado al domicilio sin violentar las chapas de la puerta principal y la del costado de la oficina” dice la denunciante.
Pese a que el fiscal responsable de la investigación está en Caballococha, cerca de Islandia, hasta la fecha no muestra resultados óptimos en cuanto a una eficiente cadena de investigación que eche luces para dar con los responsables intelectuales o materiales de la muerte sangrienta.
ASALTO SIN RESOLVER EN PLENO RÍO AMAZONAS.
Luego de unos días de duelo, la familia Villalobos Vega, viajó a Islandia para resolver todo lo que venía administrando Ronald. También, sin sospechar que sufrirían otro ataque delictivo en el transcurso de su viaje de Islandia a Iquitos. El caso lo lleva el fiscal Juan Alberto Basilio Atencio.
El pasado 01 de febrero 2021 a eso de las 9 de la mañana más o menos, parte de la familia de Ronald (asesinado) se trasladaba a bordo de la embarcación “Transportador II”. Igual iba la tripulación necesaria. Trasladaban 420 mil soles y 500 mil reales (moneda brasilera), producto de la venta de gas, combustibles y abarrotes; en una caja de madera en el interior del camarote principal ubicado en el 3er. piso.
Antes de llegar a la comunidad de “Zancudo” (Pebas), fueron interceptados por 3 deslizadores y a bordo 14 personas provistas con armas de fuego de largo alcance (fusiles, pistolas y granada) quienes andaban con capuchas y mascarillas. Dispararon y, sobre todo, a la cabina de mando, lo que hizo que el timonel abandone la nave y esta fuera a recalar a la orilla.
Ahí abordaron la nave, fueron hasta el camarote, pero no pudieron abrir la puerta, por lo que rosearon gasolina y amenazaron con incendiar todo. El propietario tuvo que abrir la puerta, lo golpearon y le quitaron todo el dinero antes mencionado. Al llegar a Pebas, fueron a la comisaría, pero ahí el alférez Ronald Durán Muñoz, quien les dijo que no podía atenderlos porque la cantidad robada era mucha y que deberían ir a la Unidad Especializada DEPINCRI en Iquitos.
PESE A IDENTIFICACIÓN, NO HAN RESUELTO EL CASO.
El 2 de febrero en el álbum fotográfico de presuntos autores implicados y control de identidad la Divincri Iquitos, individualizó a Hércules Mozombite Isminio, Segundo Santos Pizango Tuanama. En la casa de éste se habría encontrado el anillo de oro que sería del agraviado. Incluso en su declaración del segundo, éste habría mencionado la presunta participación en el robo agravado de los efectivos policiales George Luis López Marín y otro de apellido “Gómez”, como también los conocidos como “leche y suitarita”.
La DEPINCRI y la FISCALÍA, dice en marzo 2021, que, por tratarse de una presunta organización criminal donde estarían de por medio incluso policías; se les hace necesario ampliar las investigaciones, pero ¿hasta cuándo? No llevan un “semáforo” de trabajo en donde cumplan con resolver casos complejos.
Tampoco se ve proactividad de parte de quienes tienen que resolver estos casos, por lo que el actual general debería interesarse en el tema para conocer en qué estado está el proceso, donde incluso se conoce que hubo un detenido al que le encontraron algunos de los objetos robados. ¿Por qué no han podido jalar más la madeja hasta dar con los otros responsables?
(LMHL).