Continuidad de planes

En sus declaraciones para explicar su malestar porque a sus colegas de Fuerza Popular les falta voluntad para aprobar la reforma electoral, la congresista Patricia Donayre Pasquel, nuestra paisana loretana, ha expresado y fue tajante al decir que no está de acuerdo con la reelección de gobernadores y alcaldes.
Y dijo que las personas no somos indispensables y que los planes de gobierno, se entiende, sí deben de continuar. Además ha dicho para qué reelección si la continuidad de gestiones no han sido imagen de poder enfrentar la problemática de su región o ciudad de manera adecuada.
Y este es un mal que padece casi toda autoridad que entra a administrar los recursos del Estado. Y lo que hacen es dejar a un lado todos los proyectos que vienen desde el antecesor, y que lo que consiguen del gobierno central son muchas veces gestiones iniciadas por ex autoridades. No se ha visto hasta ahora la hidalguía de reconocerlo.
Este sinceramiento ayudaría también a la comprensión que muchos proyectos que se inician en una determinada gestión, si no han podido llegar hasta el final del trámite, es casi seguro que él o la entrante lo ignorará, por un mal entendido que dice: «es de la anterior gestión».
Sí, efectivamente, la anterior gestión, la presente y las que vengan, tendrían que entender y trabajar en las políticas de gestión local, sea quien sea la haya generado. Lo importante es que se va a salvaguardar un trámite o esfuerzo realizado, porque se ha invertido con personal calificado y presupuesto público.
Razón le sobra a la congresista Donayre cuando a propósito del tema de la reforma electoral, ha tocado la parte de las autoridades electas e insiste en que no debe volverse a reelegir a las autoridades. Los registros pueden decirnos, literalmente, que en los sitios donde se ha elegido una y varias veces alcaldes, no se ha visto mayor avance.
También ha tocado fondo al mencionar que para la etapa de campaña no habrá ningún cambio: «Lamentablemente va a ser así. Va a quedar la presunción de que ingresa dinero sucio, de cuál será la fuente originaria del dinero». Remarcó que con las reglas de la reforma electoral que trabajó no iba a haber financiamientos de fuentes prohibidas.