Con los Yaguas

Al pueblo Yagua, como muchos otros pueblos ancestrales de nuestra Amazonía, le ha tocado vivir momentos sumamente desagradables, violentos  y peligrosos, todo en aras de hacer respetar su medio, su terruño, donde vivieron sus antepasados desde antes que el hombre blanco llegara a este bosque bendito.

Desde que ellos aparecieron en esos parajes, han pasado los años, han transcurrido muchos siglos de permanencia de sus antepasados y fueron siempre un pueblo que vivió de la flora, la fauna y el agua del río, limpio por esos tiempos, sin siquiera un atisbo de contaminación química, como que hoy sufren otras comunidades.

Pero los dueños de esos pagos, no pensaron, jamás,  que el otro ya era el propietario, sin saberlo ellos, porque de leyes y esas triquiñuelas que se tejen para despojar a uno de sus derechos y propiedades, solo las conocen  los interesados en ese tipo de cosas que muchas veces el Estado permite.

Los Yaguas, al verse agredidos, desalojados de sus tierras, incendiadas sus chozas, despavoridas sus mujeres y sus niños por el fuego que incendiaba sus viviendas, solicitaron ayuda y la encontraron en la autoridad municipal del distrito de Punchana a donde pertenecen.

Como es su responsabilidad, el alcalde Cardama pidió una sesión a la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos del Congreso, a donde llevó al Apu y otros dirigentes para exponer  su problema del hostigamiento que sufrían por parte de un ciudadano extranjero.

Ayer, esa comisión del Congreso de la República, hizo una sesión descentralizada aquí y en el lugar de los hechos y esperamos que  se haya llegado a un final feliz, de restablecimiento de la paz y la restitución de los derechos de los Yaguas.