Los peruanos tenemos que reconocer que obligados por el panorama que se percibe en los resultados del fenecido proceso electoral, es necesario advertir, que se precisa ahora más que nunca, un cuidado sumamente exhaustivo a la hora de decidir, teniendo en cuenta el casi babilónico matiz que se advierte en la estructura de los candidatos, muchos de los cuales, advertimos, no postulan por convicción sino por interés personal.
No pretendemos denostar a quienes se sienten capaces de afrontar una responsabilidad como es la de legislar, pero sí se precisa advertir que al margen de los honestos, existen los otros que podrían ser susceptibles de recibir para dar o no dar, dentro de la urdimbre congresal que hasta ahora no penaliza el transfugismo.
Sin duda el proemio que precede a este tema, provoca una interrogante natural a lo antes dicho; ¿Por qué podría pensarse en una acción que obligue a algunos congresistas a cambiar de camiseta? Respondemos; en primer lugar tengamos en cuenta que en la contienda participa un sector del fujimorismo con un nombre que busca ocultar nombres de triste recordación. Si las encuestas son reales, dicho movimiento podría colocar un cierto número de congresistas, que en fecha aún por definir, presentaría algún proyecto de ley que procure la amnistía para el sentenciado ex presidente; y nadie nos garantiza que no vuelva a suceder lo de las elecciones donde muchos elegidos cambiaron de camiseta por un puñado de dólares. Sin duda no serían pocos a la hora de debatir, pero allí estarán.
Recordemos el acto que yace fresco en la memoria de todos los peruanos, el video que reveló el grado de corrupción a que se llegó para lograr tener una mayoría cainita y servil. Obviando los pormenores de tal hecho, baste decir que la dictadura vía su principal agente, Vladimiro Montesinos, compró votos y conciencias en el congreso elegido en ese entonces, logrando corromper a personajes increíbles del escenario político nacional, eso, menos mal que sirvió para descubrir a la mafia oculta que se movía en el poder.
No se crea que lo que se dice es exagerado, pero la pregunta salta de inmediato, ¿Por qué querría Fujimori poner representantes en el Congreso Nacional?; la respuesta es obvia. Además debe señalarse que el equipo participante que tiene mucho para gastar en la campaña es precisamente «Fuerza 2011; y más aún todos saben de donde provienen dichos fondos. Sea como fueren los hechos a suceder, estimamos que la ciudadanía tiene que estar advertida, antes que los mismos sucedan.