Colaboración vecinal

El esfuerzo para tener una ciudad cada día más limpia será siempre insuficiente si nosotros como vecinos no colaboramos evitando ensuciar, dejando de votar desperdicios en las calles, pidiendo cambio de actitud a quienes vemos lo hacen, al final es por el bien de todos.
Un aspecto a tener en cuenta es nuestro deber ciudadano, muchos confundimos que porque pagamos por el servicio de recojo de basura y limpieza de las áreas públicas, podemos botar desperdicios cuándo y dónde, nos da la gana, pero estamos totalmente equivocados.
Con nuestra actitud hacemos que el personal del servicio de limpieza de la ciudad contratados por las diversas municipalidades distritales, se conviertan en la práctica en nuestros esclavos modernos, que además de ser nuestro prójimo en términos espirituales del cristianismo, podría tratarse de un familiar querido o en último caso, de trata de seres humanos que merecen respeto y tienen derechos.
Derecho a recoger basura bien empacada y no mal amarrada al punto que se les puede caer en la cara la basura putrefacta. Lo malo es que como no se trata de nosotros directamente nos hacemos los que no vemos, ni nos damos cuenta de nuestra actitud.
Acá también hay un tema educativo, pues nuestra conducta así lo delata y estamos a tiempo de cambiar de actitud, de reconocer nuestro error y construir una cultura de la limpieza, de la disciplina al momento de respetar los horarios para sacar la basura que generamos en el día, así como no arrojar la basura en el piso, ni lanzar al río, sino encontramos tachos públicos, más bien carguemos con nuestra basura hasta encontrar un depósito, nos sentiremos bien con nosotros mismos y estaremos colaborando con nuestra ciudad.
Algo que hemos perdido en un alto porcentaje es la organización vecinal, solos nos reunimos por el agua, luz y desagüe, después de conseguirlo ni nos conocemos, cuando deberíamos seguir organizados por otras necesidades y para la colaborar como vecinos responsables, con el cuidado y desarrollo de nuestros pueblos y ciudades.