Celebración rojiblanca

Hace 199 años que nació el Perú como república independiente luego que el llamado libertador don José de San Martín la proclamara. Como podemos sumar, somos una nación muy joven desde que quedamos desmembrados por la política impuesta desde la corona española.
Lamentablemente, la visión del también libertador Simón Bolívar no tuvo el respaldo suficiente como para ser la gran patria sudamericana, el también conocido como el sueño bolivariano. Es decir que podríamos haber sido algo así como los Estados Unidos de América del Sur.
Ese fue el preámbulo ideológico de la guerra desatada por la liberación de las poblaciones que antes de la llegada de los españoles era el gran imperio incaico, el incanato; para luego pasar a ser el virreynato. No se pudo retomar a esa unión entre pueblos con historia y riquezas comunes.
Lo hecho, hecho está, pero intereses más económicos que de afinidades nos divide en puntos claves para nuestro desarrollo latinoamericano en esta parte del continente, como por ejemplo la defensa y protección de la Amazonía que compartimos 9 naciones de Sudamérica.
Tendríamos que resaltar que, en base a la realidad histórica, somos un pueblo milenario y no de tan solo 199 años, que lo reconocemos como parte de nuestra trayectoria, de una nueva etapa en ese trazo de existencia que nos da la vida y su evolución territorial. Eso lo tenemos que tener muy claro e interiorizado, nuestra vida cultural y política empezó miles de años antes.
Sería también importante que en la práctica pongamos esas experiencias de administración de gobierno que los libros de historia nos relatan, y que podríamos adaptarlo a la actualidad por haber resultado experiencias exitosas. Simple y práctico, el conflicto está en las trabas que se crean a propósito para dar paso a la corrupción, maquillado con cierta legalidad.
Al recordar un aniversario más como República del Perú, cuyo símbolo patrio es nuestra bandera roja y blanca, seguimos en la esperanza de lograr gobiernos en todos los niveles, que apliquen planes acordes a la realidad, con una administración económica transparente, equitativo con todas las regiones e impulsando y promoviendo las iniciativas sin mezquindades. Es lo que soñamos y aportamos desde nuestro espacio en el día a día: Viva el Perú, vivamos todos los peruanos con esfuerzo, firmeza y alegría.