Calles de Iquitos convertidas en nuevos ríos ¿hasta cuándo?

La intensa lluvia caída el último domingo 14 de setiembre, ha resultado fatal para todos. Principalmente para los que vieron perplejos, indignados y muy asustados, cómo las aguas se metían incontenibles por debajo de sus puertas, así como por sobre los muros construidos para no verse perjudicados. También por los servicios higiénicos que a «mandíbula abierta» expectoraban ráfagas de agua malolientes.
Eso no puede estar ocurriéndole a Iquitos, mucho más luego que el gobierno regional de Loreto, a través de OPIPP, está a punto de completar casi 800 millones de soles en la denominada «mega obra» de alcantarillado. La que se suponía tendría que haber concluido en el año 2012 con un presupuesto aprobado por el MEF y el Ministerio de Vivienda únicamente por 415 millones de soles, que luego se convirtieron en 421 millones de nuevos soles, y posteriormente a un promedio 750 millones y con los pésimos resultados que ya todos conocemos.
Toda esa lluvia de millones, se supone se han gastado para mejorar la calidad de vida de los pueblos donde los niños se bañan en aguas que reciben la putrefacción de los desagües, pero estas aguas negras siguen saliendo por el mismo lado pese a que supuestamente la obra ya funciona. Cruel mentira y realidad contundente la que han propiciado los responsables del proyecto. La nueva gestión regional y municipal que ingrese a partir del 01 de enero de 2015, debe asumir como prioridad A1 el tema del alcantarillado. Ver qué pasa y sobre todo, solucionar el grave problema generado en la ciudad  cada vez que llueve.
La última lluvia caída que ha inundado cientos de viviendas y convertido las calles de Iquitos en ríos, merece que las autoridades o los funcionarios que han impulsado esa obra, salgan a explicar a la población (cada vez más impaciente y más exacerbada) sobre: ¿Qué está pasando? ¿Por qué ahora se inundan zonas que antes nunca se halagaban? Es preciso, porque de lo contrario la gente ya no esperará a que se desarrolle el proceso electoral del cinco de octubre, sino que saldrá a las calles a protestar con toda la fuerza que solo un pueblo marginado y burlado, sabe hacerlo.