Bienvenido Desarrollo Sostenible

Este año, tras la despedida a los Objetivos del Milenio, se le dará la bienvenida a los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Es una nueva estrategia que los países miembros de las Naciones Unidas se encaminan a firmar y es que esta nueva agenda de desarrollo global ya fue acordada, y debe ser ratificada por los representantes de las naciones en el mes de setiembre, tras dos años de negociaciones.
«La nueva estrategia, válida para los próximos 15 años, está construida en torno a 17 grandes objetivos que buscan, a grandes rasgos, terminar con la pobreza, impulsar la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos y proteger el medio ambiente», se dice del borrador de la propuesta que será ratificada y puesta en marcha el mes mencionado.
Los  Objetivos de Desarrollo Sostenible, es una declaración de 29 páginas que fija una «visión absolutamente ambiciosa y transformadora», según dice el borrador, para lograr un mundo sin pobreza, hambre, enfermedades o violencia y en el que todos los habitantes tengan acceso a educación de calidad, sanidad y protección social.
Son 17 grandes objetivos y ojalá tuviéramos grandes gobernantes que se dediquen a cabalidad a cumplirlas. Nosotros en nuestro país que estamos a pocos días de elegir quién nos gobernará desde el máximo puesto del poder político para los próximos cinco años, tenemos que hilar fino y ver si en sus propuestas se asoman a estos objetivos de gran contenido humano, que en realidad siempre han sido la base de un desarrollo sostenible en todos los aspectos de la vida.
Una de las miras es erradicar la pobreza extrema de aquí al 2,030. Tal vez lo lleguemos a ver quienes pasan la base 50 para poder decir que por fin las metas trazadas desde los organismos internacionales están a la altura del gran valor que tienen sus resoluciones.
Y un punto que llama la atención en este borrador es el dar acceso a agua potable a todo el mundo, cuando se sabe que en muchos lugares esto es mucho más que complicado porque no tienen de dónde proveerse. Y pensar que nosotros tenemos una reserva importantísima que nuestras autoridades y todos y todas, tendríamos que cuidar. El tema de la falta de agua en el mundo es alarmante, de ahí que el afamado y talentoso actor Leonardo DiCaprio no dudó el referirse al tema de la contaminación de los ríos amazónicos, tras el último derrame de petróleo en Chiriacu. Lo dijo en voz alta desde el otro lado del mundo, y, acá de las autoridades, «no se oye padre».
Entonces estas son posturas que nos parecen contradictorias de los Estados que firman importantes acuerdos, porque a la hora de aplicarlas en serio, no sucede; de allí que tenemos que mirar que los acuerdos de la ONU deben ser más influyentes, medibles en el tiempo, monitoreados en su cumplimiento y el ejercicio de un mecanismo de presión que ayuden a que los Objetivos del Desarrollo Sostenible se cumplan a cabalidad. Apuntamos a ser una sola nación en el mundo y lo bueno de acá repercutirá allá, y lo malo también en viceversa. Es el momento de que la «globalización» sea vida y no solo una palabra inerte.