Basura en las calles

BASURA EN BELEN

– Vendedores de Belén no pueden trabajar por olores fétidos

BASURA EN BELEN
BASURA EN BELEN

La basura en las calles parece ser un problema que, lejos de ser solucionado, está propagándose rápidamente en diversos puntos de la ciudad. Vecinos y comerciantes de las zonas afectadas se quejan repetidas veces con las Municipalidades pero estas, al tener gran parte de la culpa, no les brindan las debidas soluciones.
Eso es lo que ocurre en el cruce de las calles 16 de julio y Gálvez en el distrito de Belén, las personas que frecuentan esta zona están indignadas pues no pueden realizar sus actividades normalmente debido al desagradable olor que emana del acopio de desechos.
«Es ilógico que pongan un centro de acopio de basura en esta zona, esta esquina tiene comerciantes y está cerca a la entrada de un colegio y venta de frutas, de alimentos, pasan colegiales de la zona baja de Belén, todos sufrimos por la cantidad de desechos que se acumulan día tras día», manifestó la señora Chelita Cachique, vendedora de jugos de naranja del lugar.
«Camiones de la misma Municipalidad de Belén llegan y tiran las bolsas en esa esquina, todo está lleno de plumas y tripas, pasa un ratito y empiezan a llegar los gallinazos. ¿Cómo voy a vender siquiera un vaso de jugo si nadie tolera el olor que hay por acá? Yo seré una persona pobre, pero me gusta vivir en la limpieza y no rodeada de esta inmundicia», dijo muy molesta la vendedora.
Antes en esta zona se podían ver carteles que prohibían el arrojo de basura en la zona, pero siempre eran ignorados incluso por los mismos vecinos. De un tiempo a esta parte el lugar se ha convertido en un centro de acopio de basura, designado por el mismo municipio, y la situación ha llegado a niveles alarmantes.
«De esta forma no se puede trabajar ¿acaso no ven cuánto nos perjudican de esta manera? Si no trabajamos no llevamos comida a nuestras casas», precisó otro vendedor. «La Municipalidad debería darnos soluciones pero en vez de eso quieren desalojarnos. Esto tiene que parar», mencionó la señora Cachique. (C. Chunga)