Bajar rango de edad

Debajo de los de 30 años y debajo de los de 25, incluyendo los de 20 años y menos, están a la espera de ser vacunados, uno que otro quizás no esté decidido, pero la tendencia es que muchos de los de menos de edad de lo autorizado, están esperan ese gran día, como lo hubieran deseado millones de hermanos del planeta que partieron a la eternidad por el ataque del virus.
El tema de la centralización también viene perjudicando porque se tiene que esperar que desde Lima decidan sobre lo que no es su realidad, y parece que los reportes de la dirección de Salud no les fuera suficiente o están en otras cosas que no tienen tiempo para el tema de Loreto.
Y que no se diga que no tienen conocimiento porque tenemos entendido que la Diresa reporta constantemente lo que viene ocurriendo en cuanto a la vacunación tanto en Iquitos como en las otras ciudades de Loreto.
Es en estas circunstancias que nos molesta la dependencia centralista, ya que, de no ser así, acá ya se hubiera decido que vaya bajando el rango de edad en cuanto no se presenten los convocados, así no desperdiciar el tiempo del recurso humano.
En todo caso convocar a una década y que se entreguen tiques hasta el número total de atención diaria, así no haya gente haciendo cola por gusto, porque no es nada agradable hacer cola horas de horas para que te digan, ya no hay dosis, vuelvan mañana.
La semana pasada a muchos de 30 años parece no les interesa la vacuna y si no pueden ir por razones laborales, de debería motivar a los empleadores las facilidades del caso, podría variarse la atención a la noche algunas horas, y que se intensifique los fines de semana.
El asunto es que este proceso tiene que ser más dinámico con alternativas que hagan que la vacunación avance con más celeridad, para mayor número de habitantes, y que el Ministerio de Salud ayude y facilite que el criterio de llegar a más peruanos lo más pronto, se viabilice dentro de sus protocolos.
Resulta hasta contradictorio decir que debemos llegar al porcentaje que nos permita cierta inmunidad de rebaño, o por lo menos una mayor resistencia a la Covid-19 y sus cepas, pero avanzamos más lento que la llegada de las vacunas. Entendemos lo complejo, pero seguimos en emergencia y tenemos que actuar más rápido.