Avencio Villarejo

Sin lugar a dudas, la generación actual, en su mayoría por falta de información, no conoce la estela de enseñanza y conocimiento dejada por ilustres personajes que desde el pupitre, el púlpito, la cátedra o los medios de comunicación, legaron un importante bagaje de conocimientos  literarios, musicales, magisteriales a nuestras generaciones futuras. De allí que en la actualidad se precise la creación de un patronato que recopile toda la creación cultural lograda por nuestros ancestros, para así poder señalar pautas que realcen lo que fue, fueron y siguen siendo todos los valores que engalanan las artes, en nuestro caso, regionales.
Un respetable maestro, sacerdote agustino, que recorrió de un lado a otro nuestra selva amazónica, empapándose de sus problemas, evaluando sus riquezas naturales, educando a vivientes de ribera y colaborando con  los naturales en la construcción de sus modestas viviendas, fue el padre Avencio Villarejo, quien nos legó el más ilustrativo libro que con  su título “ASÍ ES LA SELVA”, es considerado el más admirable compendio de formas y sentimientos amazónicos.
Es en base a algunos de los muchos méritos arriba expuestos,  en nombre de los loretanos  esperamos la designación de una calle de Iquitos con el nombre del ilustre sacerdote que  vivió 14 años en nuestra selva amazónica y pasó el resto de su vida exaltando sus bellezas. Se añade a lo antes dicho el complemento de la frase “… conviví con sus moradores y me hermané con ellos. Quiera Dios que algún día mis restos mortales, descansen en el pueblo al cual dediqué mi vida, mis sueños y trabajos”.
Conocedores del espíritu de comprensión que  caracteriza a nuestra alcaldesa Adela Jiménez, estamos seguros que su respuesta será afirmativa y la designación de una calle de la ciudad con el nombre del padre Avencio, será una realidad.