Autoridades: Oxigenen y ornamenten nuestra ciudad y distritos

Por favor, hágannos caso, se lo pedimos, recuerden que esa es una de sus tantas obligaciones, háganlo siquiera por sus familias. Cómo bendito sea Dios, quieren las autoridades que pidamos lo que por naturaleza nos corresponde, para que hagan caso del clamor popular que quiere una ciudad como la tuvimos antes? adiós calles con árboles frutales y maderables, con jardines multicolores en los patios de las viviendas con una natural visión panorámica impresionante, desde el inicio hasta el final de la vía , oxigenada y con plantas ornamentales.
Eso hacía posible la expansión de la fresca sombra por todas las calle que prodigaban sombra bajo la cual, las familias tomaban el fresco o aire puro mientras conversaban y los niños jugaban sin problema alguno. Eran otros tiempos, épocas maravillosas, tiempos idos que no volverán, porque con el pretexto que la modernidad exige ampliación de las calles para soportar el incremento del parque automotor o la cantidad de vehículos que aumenta diariamente, irresponsables alcaldes han convertido a nuestras calles en una selva de fierro y cemento.
No pocos desconfiados y suspicaces ciudadanos, conocedores de cómo son las obras por administración directa, por concurso o licitaciones dicen por el contrario que esa es parte de los arreglos que hacían y hacen constructores y autoridades para incrementar el costo de la obra y pueda quedar buena cantidad de utilidad para la coima o comisiones que exigen los corruptos, electos por la población, porque saben que la permanencia en el poder es corta y deben aprovechar al máximo para dejar el cargo con los bolsillos llenos con dinero mal habido.
Sin embargo, no es culpa solo de esas malas autoridades, es también de la población, la misma que pese a los atropellos que se cometen en su contra, no es capaz de organizarse para formar por ejemplo un comité que la represente, para enmendar errores que pueden existir en la elaboración del expediente técnico o los planos de las características de las obras, para que, conocedores de su realidad, indiquen a la autoridad qué es lo que se debe corregir para que la obra sea bien hecha y no estar lamentándose luego que la construcción haya culminado.
Alguien por ejemplo tenía que haberle dicho al alcalde de entonces que no era necesario talar los árboles de toda la calle 2 de Mayo, por solo citar un ejemplo, una calle que tenía una adecuada arborización, la misma que hoy luce como desierta, sin árboles ni plantas de mamey, mangos, así como otros que antes otorgaban sombra para tranquilidad y esparcimiento de los habitantes, así como a ocasionales visitantes a dicho lugar poblado por miles de ciudadanos, es decir un lugar preferido para miles de habitantes.
Señores autoridades, hagan caso del clamor popular, no esperen que les pidamos por favor, ya que esa es una obligación de ustedes: Arborizar y oxigenar la ciudad, para eso les pagamos, no para que ustedes hagan lo que les venga en gana o lo que les digan sus asesores y personas de su entorno. El cambio climático, el efecto invernadero, el calentamiento global son irreversibles, es cierto, sin embargo también es cierto que los humanos podemos hacer algo que mitigue esos efectos nocivos y muy peligrosos para la vida.