Autoridad moral

La historia reciente se está volviendo a escribir. El pueblo peruano en un alto porcentaje está pidiendo que se cierre el Congreso de la República, pero el actual mandatario de la Nación, como el anterior, al parecer, no se decide, quizás por la figura de convertirse en un gobierno dictatorial, hay una resistencia.
Sin embargo, el clamor popular que reclama esta decisión, se hace basado en la actitud dictadora del actual Parlamento con clarísimas evidencias de responder a presiones por sectores que corrompen el sistema de gobierno en el país.
Entonces la lucha es utilizando los mecanismos legales que ofrece un sistema democrático, para solucionar los graves problemas que nos vienen afectando y para ello se tienen que sentar bases como la reforma judicial y el referéndum, con lo que no está de acuerdo la mayoría parlamentaria que notoriamente maneja la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.
Ante esta postura, la negativa para realizar el referéndum, el presidente de la República Martín Vizcarra, ha dicho que recolectará firmas para lograrlo, en la línea de seguir haciéndolo por la vía de las normativas democráticas. Pero, mucha gente casi grita, no! y pide que cierre el Congreso de la República y convoque a nuevas elecciones generales, para elegir a nuevos congresistas y a un nuevo mandatario de la Nación.
Tal como está el desprestigio en temas de corrupción luego de la revelación de los audios de IDL Reporteros, es reprochable que la mayoría de los actuales congresistas estén dilatando el tiempo y abiertamente se nieguen al proceso de reformas. Esto viene generando cada vez más el rechazo de la comunidad peruana, junto a su convencimiento que los congresistas no tienen autoridad moral para seguir donde están como autoridades.
Así, mientras el pueblo exige contundencia, la respuesta desde el gobierno del país es de incidir en los mecanismos que ofrece la democracia como sistema de gobierno.
Entonces se siguen buscando fórmulas como la que habla de un proyecto de ley para disolver el Parlamento, la recolección de firmas lanzada por el mismo Vizcarra, el recurso de cuestión de confianza ante el Congreso, y la fórmula que el clamor popular presenta es la disolución, la separación del Poder Legislativo sin contemplaciones de autoridades que le han fallado al país.
El temor fundado o no, es que se presente nuevamente la vacancia contra el presidente de la República por parte del Congreso, como pasó con PPK, y de pronto tengamos a la primera mujer como nueva presidenta, en la figura de Mercedes Araoz.
El panorama político de nuestro Perú es complejo y tiene que hilarse bien fino, ya que estamos a puertas de las elecciones regionales y municipales que no cambiarán las cosas, pero puede entorpecerlas. Tal vez esa persistencia por el camino de la normativa del presidente Vizcarra, sea la más prudente. De momento.