Ausencia masiva

La inasistencia de profesores en un incalculable número de comunidades nativas y mestizas es lo que podría ocurrir entre el 15 de mayo y el 11 de junio. Es lo que han advertido padres y madres de familia de las comunidades kichwas Doce de Octubre, San Juan de Bartra, Nuevo Arenal y Andrés Avelino Cáceres.
Es que se entiende que los profesores de estas comunidades han sincerado su inasistencia porque se preparan en la fase final para rendir las evaluaciones que les permitiría nombrarse, condición que implica para los docentes principalmente una estabilidad laboral y ciertos beneficios como con las entidades financieras.
Para las comunidades esta razón de la ausencia de los docentes se suma a una de las tantas que ya que existen, como a causa de las distancias de traslados que genera severos impactos negativos en la educación intercultural bilingüe de los niños y niñas indígenas.
El tema es dramático para los pueblos porque año tras año no faltan escusas justificadas o no, pero las ausencias parecen latentes. El año pasado por ejemplo, indicaron desde la organización kichwa – Opikafpe, que se perdieron clases con motivo de unos talleres de capacitación docente.
“Salieron en junio, luego salieron en julio y regresaron en setiembre para terminar las clases. Hay pocas horas de clase. Una vez más los niños quedarán abandonados, estamos siendo atropellados, más que todo los niños”, señaló el dirigente Emerson Sandi.
Es por eso que la mencionada organización viene haciendo un llamado a las autoridades del Ministerio de Educación, a la Dirección Regional de Educación de Loreto y a las Unidades de Gestión Educativas Locales, a cumplir estrictamente el año académico escolar y cumplir sus obligaciones como Estado, que debe garantizar un proceso educativo de calidad, pertinente e intercultural.
En realidad causa tristeza, impotencia y decepción, que todos los años el Ministerio de Educación siga fracasando en el conocimiento de la realidad de las zonas apartadas de las urbes, y ofrecer directivas que no perjudiquen el horario anual proyectado. Si convocan a evaluaciones de nombramiento en pleno dictado de clases, es más que obvio que generarán estos problemas de ausencias contraviniendo sus propias exigencias. Con qué autoridad funcional podrán exigir lo contrario, si no son capaces de ordenarse.