Así vivió Iquitos la clasificación al mundial Rusia 2018

Todo lo bueno cuesta. Y vaya que sí costó. Iquitos vivió a lo grande la clasificación del último cupo que faltaba para completar los equipos que estarán en el Mundial de Rusia 2018. 15 de noviembre del 2017, día inolvidable.
Hubo un antes, un durante y un después de este histórico juego ante Nueva Zelanda. La ciudad iquiteña amaneció distinta, diferente. No era la misma que otros días, tenía un sabor especial, hasta nos animamos a decir que sentíamos una sensación de temor por lo que podría ocurrir. Miedo a que en la puerta del horno se queme el pan.
El antes era de una afición ansiosa de que el partido comience de una vez para ‘vivir o morir’. Los pronósticos eran a favor nuestro, de local, pero había ese bichito de la duda que poco a poco se iba disipando mientras llegaba las 9:15 pm (bendita hora de inicio del partido).
El durante fue sofocante y al mismo tiempo escalofriante en Iquitos. No había peruano que comenzaba a sentirse nervioso cuando los minutos pasaban y la bola no entraba. Esa impaciencia se colocó a un lado cuando Farfán anotó un golazo. Toda la región Loreto estalló.
En la plaza 28 de Julio, en los locales de baile, en las casas, en los negocios, en los barrios, en todos lados ya se comenzaba a visualizar lo que sería el partido hasta el minuto 94. Grandes y chicos no podían controlarse, miraban su reloj, miraban al cielo, rezaban, imploraban que el tiempo pase cuando Nueva Zelanda pugnaba por el empate. Pero llegó el gol de la paz y algarabía. Ramos aprovechó un desorden en el área y la puso adentro. Ya estábamos en el Mundial.
Ahora el asunto era que el réferi francés pite el final del match. Los minutos se hacían largos pero ya todo estaba bajo control. El balón ya era nuestro.
El después fue el acabose. Pareciera que el río se había desbordado por las calles de Iquitos. Era una corriente de personas, viejos y jóvenes que salieron a las calles en caravana hasta la madrugada para botar toda la tensión que tenían desde aquel partido con Ecuador cuando se ganó 2-1 en Quito.
Había que sacarse todo lo que se tenía dentro. Había que gritar que ya estamos en el Mundial. Había que llorar y llorar. Había que gritar y hacer vivas a este puñado de jugadores que le dieron la alegría más grande a un país ávido de esto hace 36 años.
Gracias chicos, gracias Ricardo Gareca. ¡Arriba Perú!
(Gonzalo López)