Alquilan “celdas”

La necesidad de una vivienda o de un espacio para vivir de las personas que no cuentan con una propiedad para hacer su morada, es cada vez más notorio debido a la gran migración de la zona rural hacia los pueblos y ciudades de la región Loreto; lo que estaría permitiendo abusos tanto de quienes brindan el servicio de alquiler y de los propios inquilinos.
Además a una población que por razones de trabajo vienen por temporadas en el caso específico de Iquitos han aumentado los lugares donde una persona puede alquilar un “departamento” sea mini o un poco más amplio, también un cuarto y bueno, las casas que también se ofrecen para alquilarlas.
Es importante por el respeto mutuo que nos debemos, que nadie está en contra de que las personas busquen generarse ingresos económicos para sustentar su existencia, nosotros menos, más bien alentamos que surjan más actividades productivas, porque mientras más circule dinero legal, mejor estaremos todos.
Lo que nos llama la atención de este nuevo negocio en la ciudad y sus alrededores, para empezar es la gran informalidad en el negocio y donde se da lugar a mentiras como que el lugar a tomar no tiene mayores problemas, que todo está muy bien con el espacio, pero resulta que cuando viene una lluvia el inquilino descubre que tiene partes del techo de gotea, el cielo raso bota polilla como llovizna en varias partes, las tuberías de agua filtran en el piso del baño, etc., solo unos ejemplos.
Entonces el inquilino que no firmó ningún tipo de contrato y menos tiene opción a reclamar, porque el lugar le dieron a un precio moderado entra en conflicto con el propietario. Además que de pronto tiene conducta moratoria tiene los argumentos ideales para esa conducta también nada pacífica.
Esa es parte de una realidad, pero lo que se está viendo con más frecuencia es la oferta de “cuartos” que más parecen “celdas” similares a de las prisiones donde tienen a los internos como en un cajón con escaso ingreso de luz y aire. Lo que lo convierten en diseños inhumanos porque atentan contra la salud de quien o quienes toman ese tipo de habitaciones.
Nos preguntamos qué esperan las autoridades que tienen la responsabilidad de supervisar este tipo de negocios de arrendamientos y las características que deben tener esos espacios considerando temas de salud. Nadie tiene derecho a abusar de la necesidad de la gente sin recursos y condenarlos a vivir en “nichos”. Cualquier tamaño de área para vivir requiere de condiciones básicas. Las quintas de antaño tenían hasta jardines. Falta regular también este negocio.