Alertan sobre calentamiento global

– Afectaría la Amazonía 

– Las temperaturas podrían elevarse en 3.3 grados en este sigloSONY DSC

«El calentamiento global es un hecho y continuará de manera progresiva en las próximas décadas», afirmó Luis Campos Baca, Director del Programa Bioinfo del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, IIAP, y agregó que el calentamiento global es uno de los indicadores más directos del cambio climático.

Sostuvo que las alteraciones climáticas provocadas por el calentamiento global no serán uniformes. «En la Amazonía, por ejemplo, las regiones húmedas serán más húmedas y las secas más secas; los eventos extremos serán más extremos, manteniéndose el Fenómeno del Niño como el evento de variabilidad anual más grande del mundo», explicó.

Indicó que las evidencias científicas nos dicen que el cambio climático afectará de manera directa a la fauna silvestre, poniendo en peligro su supervivencia, y que la mayoría de cultivos se verán afectados, sobre todo en las regiones templadas.

Refirió que la disponibilidad del agua decrecerá en las zonas andinas y el caudal de muchos de los ríos andinos disminuirá debido a las sequías prolongadas y al aumento de temperatura, que afectará a la cuenca amazónica, debido a que muchos de los ríos andinos desalojan sus aguas en los llanos amazónicos.

«Muchos de estos efectos ya se están haciendo visibles: inundaciones intensas y sequías históricas que afectan y afectarán de manera directa a la fauna silvestre e impactarán en la población indígena y rural que sobrevive gracias al aprovechamiento de los recursos que la rodean», puntualizó.

Agregó que estos cambios inciden dramáticamente en el aumento de los índices de desnutrición de las comunidades rurales e indígenas de la Amazonía, ya que la disponibilidad de los recursos es menor que la existente hace una década, y que si no se mitiga el problema, los efectos sobre la biodiversidad y sobre las comunidades rurales serán dramáticos.

Opciones para mejorar la situación

El director de Bioinfo dijo que algunas de las opciones pasan por la inversión decidida en la investigación sobre las energías renovables, reduciendo su costo y mejorando su eficiencia tecnológica. Asimismo, combinar la bioenergía con la captura y almacenamiento de carbono, favoreciendo aquellos proyectos que incidan en estos aspectos,

Reveló que en la Comisión Nacional Permanente del Tratado de Cooperación Amazónica (cuya Secretaría Técnica recae en el IIAP), se está trabajando para visualizar los resultados y estudios relacionados con el cambio climático alcanzados por varias instituciones a nivel nacional, que servirán de insumo para el desarrollo de la Conferencia de las Partes (COP 20), a realizarse en Lima del 1 al 14 de diciembre del 2014.

Por su parte, el director general de Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente, José Álvarez Alonso, sostuvo que la Amazonía ha sido calificada como el Pulmón del Planeta por procesar anhídrido carbónico y proveer oxígeno, al conservar la mitad de los bosques tropicales del mundo y albergar entre un quinto y un cuarto de su biodiversidad. «En los últimos años ha sido puesto de relieve su papel como sumidero de carbono», explicó.

Dijo que se calcula que hasta un 20 % del oxígeno del Planeta es producido por los bosques amazónicos (WWF 2014), y que hoy se considera que la Amazonía es más bien es una especie de «aire acondicionado» del planeta, por su rol como regulador del clima hemisférico.

Sostuvo que los bosques amazónicos almacenan más de 10 mil millones de toneladas de carbono, equivalentes más o menos a unos 15 años de todas las emisiones globales de carbono. La Amazonía tiene una gran influencia en el clima regional y global, y su deforestación podría tener un impacto significativo en el clima global.

Explicó que de producirse un incremento de más de dos grados centígrados en la temperatura global, la Amazonía podría convertirse en el «calentador del planeta», y que modelos climáticos predicen que ante escenarios moderados de emisiones de gases efecto invernadero, las temperaturas se elevarían este siglo en 3.3 grados centígrados.

Álvarez Alonso indicó que algunos científicos consideran que entre la Amazonía y el clima planetario, existe una especie de círculo vicioso, y que la estabilidad del clima global depende en buena medida de los bosques amazónicos, mientras que los bosques amazónicos dependen en buena medida del clima global.

Adicionalmente, la corriente del río Amazonas, que representa cerca de un quinto de toda el agua dulce no congelada del planeta, tiene la capacidad de influenciar a las corrientes oceánicas. (AI/D. López)