Alboroto múltiple

Por donde se mire se muestran situaciones difíciles en el país, en las regiones, en las provincias, distritos y pueblos. Todos y todas parece que nos rosamos con el lodo en el charco, otros caen, otras se resbalan y a muchos les salpican, y nuestra sociedad sí que está en un alboroto múltiple.
Partiendo de casa, donde el tema de las pistas de la ciudad tiene enojados por decirlo casi diplomáticamente a muchos vecinos, mientras los que ya han recuperado sus calles y éstas se muestran refaccionadas, por lo menos no están los huecos que ocasionaban dolor en la espalda por el impacto. Aunque estuvimos viendo que a ciertas pistas les falta como que una pulida.
Mientras lo más complejo está en las calles que han quedado sin concluir por la decisión hasta cierto punto incomprensible de la empresa ganadora de la buena pro para el mejoramiento de vías de Iquitos. Y es que de pronto dijo hasta aquí no más y me retiro de la obra, presionaron un arbitraje que lo consiguieron y después contando con el “error” de un juez, consiguen una medida cautelar para que el municipio de Maynas paralice todo.
Cuando nos esteramos de la “movida” simplemente que no lo podíamos asimilar, o sea que los ciudadanos no solamente recibimos los pasivos de ciertas autoridades incompetentes, sino el presunto capricho o “gestión” para posiblemente ganar más a futuro de una empresa privada que se está beneficiando del dinero público para realizar un trabajo formal.
Y dónde quedamos los ciudadanos, los dueños de esos recursos que deben respetar las autoridades de turno y las empresas privadas. Somos los últimos de quienes se acuerdan, aparentemente. Pero, regresó la cordura y esa medida cautelar fue retirada. Entonces vuelve la esperanza de que la municipalidad de Maynas deba realizar y culminar el mejoramiento en las calles pendientes.
El trámite es complicado porque la estructura normativa fue hecha parece para entrampar y no para otorgar facilidades en el marco de la administración justa y transparente. Lo cierto es que Maynas está en las condiciones de poder utilizar el dinero de las cartas fianza para terminar con las calles abiertas, que quedaron inconclusas, y por la demora en el tiempo de ejecución tiene histéricos a los vecinos que se mentalizaron tener cerrada la calle por decir 60 días y ha pasado mucho más. Hay razones para la protesta pública.
Ello no justifica que se siga utilizando llantas para quemarlas en la media calle y llamar la atención. Eso no se debe permitir ya por el enorme riesgo a la salud que significa. Tenemos que buscar otras formas de protesta firmes, pero que no signifiquen más contaminación. Así el panorama las autoridades ediles de la provincia deben dar alcances respecto al tema que abordamos en las próximas horas o días. Es la exigencia y derecho de la población.