Advertencia congresal

Lo que se sospechó desde un principio se está cumpliendo de a pocos y en poco tiempo. Es que la mayoría parlamentaria que representa la agrupación política Fuerza Popular en el Congreso de la República, está pretendiendo direccionar la dación de proyectos de leyes, empujada por sus intereses de grupo olvidándose que la prioridad es legislar para el beneficio de la mayoría poblacional.

Esa es la figura que se viene dando con el proyecto de ley contra el transfuguismo aprobado en la Comisión de Constitución, y el tema ha sido levantado justamente cuando la congresista Yeni Vilcatoma renunció a Fuerza Popular por los conflictos con sus compañeros de bancada. Y este proyecto es una advertencia no solo para ella, sino para los demás.

¿Ya no les conviene el transfuguismo? Recordemos que antes durante el gobierno de Alberto Fujimori compraron congresistas con fuertes sumas de dinero para que se alinearan al partido de gobierno de ese entonces. Las baterías ahora apuntan a Vilcatoma, quien se siente decepcionada, pero creemos que estaba bien advertida, no solamente por la historia del fujimorismo, sino también por presumibles acciones internas que debe conocer muy bien.

Lo de la congresista renunciante pasaría solo como algo anecdótico, si no fuera de la puesta en el tapete de un proyecto de ley que debió plantearse hace mucho tiempo por la terrible experiencia pasada respecto al transfuguismo, lanzada como una especie de “muerte política”. Y entonces vale preguntarse por qué no otras leyes pendientes como la “muerte civil” para quienes cometen actos de corrupción contra los intereses del Estado peruano y que fueron comprobados judicialmente. Eso ayudaría en todo el país a combatir la corrupción.

Esto es una muestra de que si los parlamentarios quisieran sacar leyes que pongan en orden administrativamente a quienes delinquen y comenten robos a los fondos del tesoro público (apartándoles de cargos públicos), hace mucho tiempo ya lo hubieran hecho y tendríamos otro escenario socio económico en la nación; pero a nuestro pesar, tenemos que admitir que al cumplirse hoy el 194 aniversario del Congreso de la República más que una felicitación, nos apura invocar que vuelva la decencia al recinto donde se dan las pautas para el éxito o fracaso del país.