Adolescente de 16 años se quita la vida tomando raticida en un fumadero del mirador de Shiringal

Totalmente aterrada una pareja de jóvenes reportaron ante la policía nacional haber encontrado el cuerpo en descomposición de una persona en un matorral que servía como fumadero en el mirador de Shiringal, luego que por curiosidad se acercaran al lugar encontrándose con una escena aterradora ante la presencia de gallinazos en la zona que merodeaban debido al fuerte olor que emanaba.

Lo curioso del caso, es que a escasos diez metros del lugar se encontraron restos de un conocido raticida junto a una botella de gaseosa de plástico, que aparentemente habría sido utilizado por la víctima.

 

Esta situación motivó que efectivos policiales, personal de serenazgo y el ministerio público llegaran al lugar para participar del levantamiento del cadáver, siendo trasladado hasta la morgue del centro de salud de Contamana, donde los médicos en presencia del fiscal provincial, Carlos Martín Guerra Salgado, y efectivos policiales procedieran a la necropsia de ley.

 

Según los resultados oficiales, la víctima murió a causa de envenenamiento al haberse encontrado restos de órgano fosforado en su estómago, confirmándose un posible suicidio, tras haberse encontrado restos de campeón, una botella de plástico y una tijera que aparentemente habría utilizado tras tomar esta fatal decisión.

 

El pasado lunes 05 de marzo, la señora Matilda Narbae Ahuanari de 57 años reportó ante la comisaría policial de Contamana la desaparición de su nieto de 16 años de edad, quien había desaparecido hace tres días, confirmándose que el cuerpo sin vida encontrado en el mirador de Shiringal era la persona que estaban buscando al haber encontrado los médicos durante la necropsia su DNI. (MIP)

 

El reconocimiento del cadáver fue realizado por una tía de la víctima, quien en declaraciones a la prensa local señaló que su sobrino vivía decepcionado de la vida, tomando en consideración que su madre sufre de problemas mentales y su padre lo abandonó cuando aún era pequeño, teniendo que trabajar para sostenerse bajo la tutela de su abuela en un puesto de venta del mercado Señor de Los Milagros. (MIP)