Acusan a colombiano de agredir salvajemente a su mujer

  • Acusan a colombiano de agredir salvajemente a su mujer

No le importó que su hija de 6 años hubiera presenciado cómo agredía a su madre. Un ciudadano colombiano fue acusado por su conviviente de agredirle salvajemente por el simple hecho que la agraviada se negó a mantener relaciones sexuales con él.
«Me acosa, abusa de mí, quiere tener relaciones tres veces por día» fue lo que señaló Juana Dolores Flores López (25) al ser interrogada por la policía.
Juana terminó con el rostro desfigurado porque se negó a mantener relaciones sexuales, tras este hecho el extranjero fue intervenidos y llevado a la comisaría Iquitos, donde ya está denunciado.
Este lamentable hecho ocurrió el último martes 30 de mayo cerca de las 8 de la noche, cuando ambos se encontraban vendiendo hamburguesas en la calle Moore cuadra quince, su pareja César Jesús Mejía Ríos (25) natural de Colombia con quien convive seis años, le comenzó a manosear e insistía en tener una noche de placer; sin embargo, ante la negativa de Juana, empezó la discusión y fue en plena calle que le metió un golpe, para luego llevarla a empujones hasta su habitación, fue tanta la indignación de César, que cogió un cajón pesado de madera de la cómoda y la golpeó en el rostro, dejándola bañada en sangre.
«Me encontraba vendiendo hamburguesas vivimos de eso y César comenzó a molestarme, para irnos a tener relaciones sexuales, le dije que me dejara de molestar y se amargó, me metió un golpe y luego me llevó a la habitación donde empezó lo peor», contó la agraviada.
La mujer fue traslada al hospital Iquitos, por personal policial del Departamento de Emergencia de la PNP, donde le realizaron varios puntos en ambas cejas, mientras que los ojos los tiene afectados producto del fuerte golpe.
El caso se encuentra en la división de familia de comisaría Iquitos y en manos de los representantes del Ministerio Público para ver si le dan libertad o le llevan a proceso al culpable de agresión quien se encuentra en calidad de detenido en el calabozo de esta sede policial. (C. Ampuero)