Abandonados

Así quedó un grupo de indígenas que vinieron a participar en la reunión con la PCM en base al acta firmada en Saramurillo, río Marañón. Suena dramático, hasta algunos lo miraron con humor, pero no es un chiste, son más de 40 personas que están de hospedaje en hospedaje porque al no pagar la cuenta se tienen que retirar. Están abandonados en Iquitos.

 

Y lo que es peor, están alimentándose por la ayuda de algunos amigos y cuando no hay, simplemente nada. Mientras en sus comunidades sus familiares se encuentran preocupados por la situación que vienen atravesando acá en Iquitos.

 

Las federaciones indígenas han reclamado formalmente mediante una carta dirigida al primer ministro Fernando Zavala y a los ministros de Energía y Minas y de la Producción, así como al viceministro de Gobernanza Territorial. Lo que se conoce es que el ministro de la Producción, Bruno Giuffra, es el responsable la organización de las reuniones.

 

En la carta, a modo de reclamo, les recuerdan el compromiso asumido en cuanto al traslado y atenciones que la permanencia de los Apus y representantes genere en la capital de Loreto los días que se desarrolle el evento. Sin embargo, los organizadores lejos de solucionar el problema se fueron a Lima asegurando que desde allá solucionaban.

 

Sobre esa gestión en Lima, resulta que en las últimas horas ya no es responsabilidad del Ministerio de la Producción, sino que se `pelotean´ entre los ministerios que participan en el diálogo con las 5 cuencas. Es lo último que se podía esperar de la informalidad con que varias acciones se manejan desde los entes oficiales, hasta se podría decir que es discriminación.

 

Esto no les pasaría si se tratara de personas de otras entidades o grupos sociales. Y es que lamentablemente muchas veces ciertas autoridades actúan así cuando se trata de gente del pueblo humilde, no del pueblo acaudalado que teniendo posibilidades económicas suelen recibir mejores atenciones.

 

Y en este tema de las reuniones con las autoridades y dirigentes indígenas no se trata de privilegios, sino del grado de responsabilidad de los organizadores, más aún habiendo un compromiso de por medio asumido con antelación. Ya vemos que seguimos improvisando como país, cosas que se pueden y deben prevenir, como la magnitud de los fenómenos naturales, que no se hizo, no se hace actualmente pese a la experiencia y no se seguirá haciendo quizás, por las deficiencias del personal que años labora en los ministerios y por la dejadez de las autoridades de turno. Los indígenas tendrán que ver urgente otras alternativas.