¿Ambiente? O medio ambiente.

En continuas notas sobre el particular, ubicándonos en la intención de nuestro Diario de lograr que nuestros lectores utilicen cada vez con más asiduidad la elegancia y limpieza de nuestra lengua castellana,  hemos venido proveyendo a quienes nos leen, textos sobre  la importancia de hablar bien y escribir con propiedad cada una de las identidades que conforman nuestro campo investigatorio -científico, donde muchos políticos y técnicos incurren en errores que deben subsanarse. Con esta nota buscamos dar sentido real a una serie de términos que se utilizan erradamente.

Comenzaremos esbozando el concepto vertido por el Doctor Luís Campos Baca,  quien a nuestra interrogante sobre el uso del término «Medio ambiente» corrobora nuestra percepción que señala la inexistencia de un medio ambiente, aunque sí de un ambiente.

Para comenzar, el citado profesional nos señala enfáticamente que a lo que hasta ahora se menciona como medio ambiente no existe, pero sí mantiene su presencia en nuestro lenguaje el «ambiente», que es todo cuanto rodea a un individuo, sea este planta .animal o el hombre mismo. En forma más genérica, el mundo que nos rodea, en el cual vivimos y del cual tomamos las substancias necesarias para la vida.

El ambiente está constituido por los factores físicos: el agua, el aire, el suelo, la luz, etc. y por los factores biológicos como las plantas, los animales y los demás seres vivientes incluido el hombre. Aquí debe decirse que el  «medio» es la materia  que rodea  inmediatamente un organismo y con el cual mantiene su importante intercambio de elementos indispensables para la vida, sin los cuales le imposibilitaría subsistir ( puede ser un líquido o un gas, agua o aire.)

Ahora viene «el  medio ambiente», el cual no existe. El ambiente es todo y como tal debe ser tratado. Así lo afirma la Federación de Organizaciones y Juntas Ambientalistas de Venezuela.

El problema comienza cuando en Iberoámerica se impuso el vocablo «medio ambiente» como una traducción del término inglés EVIROMENT, lo que es un tremendo contrasentido y un craso error de gramática que encierra una incongruencia lingüística con deficiencia de contenido, por lo tanto seguir aplicando dicha expresión es afianzar la desviación idiomática  y causar más confusión.