Vecinos de la calle Dos de Mayo se quejan de la bulla que genera local de diversión

local habanaNo pueden conciliar el sueño. Los vecinos de la calle Dos de Mayo se encuentran totalmente mortificados, muchos de ellos cansados por no poder conciliar el sueño. Esto debido a que el conocido local de diversión «Habana», sigue generando una bulla extrema hasta alta horas de la madrugada, incluso los días domingos.

«No podemos conciliar el sueño porque, al parecer, a los dueños del «Habana», al momento de concederles las licencias, no les explicaron que los domingos sólo pueden funcionar hasta las 12:00 de la noche, y que los ruidos generados por su orquesta, no debe superar los 55 decibeles por encontrarse en zona residencial», refiere María Eloísa Castillo, moradora y afectada.

Como es de conocimiento, este hecho ya fue puesto en conocimiento de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Loreto, pero al parecer el caso es muy complejo, pues desde el año pasado, hasta la fecha, aún no sabemos si formalizarán o archivarán la investigación; por lo que nos aseguraremos de presentar un control de plazos ante el juez, esperando resultados satisfactorios.

«Este hecho también fue denunciado ante la Municipalidad de Maynas y la alcaldesa resolvió clausurar el local en diciembre pasado; sin embargo, un funcionario, quien imagino desconocía de esta situación, volvió a concederles licencia y es por ello que siguen funcionando. Queremos pedirle a la alcaldesa a nombre de todos mis vecinos que de seguro también están despiertos a estas horas de la noche, que por favor nos devuelva la tranquilidad de la que antes gozábamos».

Asimismo, refiere, «Muchos trabajamos y tenemos que descansar temprano para cumplir eficientemente con nuestras labores; otros tienen hijos y tienen que levantarse temprano para atenderlos y enviarlos al colegio por las mañanas; a muchos nos gusta recrearnos en la televisión, ver noticias, leer libros, o a veces simplemente disfrutar del silencio; pero nada de eso podemos hacer porque el ruido y las vibraciones emitidas por esa orquesta, nos perturba enormemente».

«Por ello, en primera instancia, en las manos de la alcaldesa está decidir si se continuará o no atropellando el derecho fundamental a la tranquilidad de nosotros los ciudadanos que conscientemente la elegimos para ocupar el cargo que hoy desempeña, confiando en su capacidad de criterio y buen gobierno». (MIPR)