Una pregunta oportuna ¿quién se atreve a mejorar la salud?

La interrogante viene del «Foro Salud» entidad que tiene su origen en el ámbito de la sociedad civil en salud y que sostiene que la salud es una de las bases para el desarrollo. En realidad, todos los países que han logrado avanzar, han otorgado prioridad a la salud, pues ir  contra tal principio es ir contra el desarrollo social y económico; poniéndonos inevitablemente  en desventaja frente  otros países, cosa inexcusable en un mundo global como el que nos alberga; y donde tenemos la obligación de cumplir  con el compromiso sobre el derecho humano a la salud.

 

Avizorando lo que han tratado sobre el tema salud, los candidatos a la presidencia y al congreso, encontramos que el tema solo ha sido mencionado al paso, pese a que los partidos políticos se habían comprometido con la sociedad a dar tratamiento de primer nivel al tema.

 

En tal acuerdo, el compromiso para el financiamiento era acercarnos al promedio latinoamericano de participación en la salud  en el PBI de 8% hasta llegar a la cobertura internacional según dice el Foro Salud; que también nos indica que solo hemos llegado al 4.9 %; lo que resulta inaceptable para un país que ha duplicado su PBI en los últimos años. A todo  este intríngulis contribuye la segmentación del  financiamiento y de los servicios que hace existan usuarios  del MINSA (pobres y habitantes rurales), de EsSalud (trabajadores formales) y los privados sin que se arribe a una solución aceptable.

 

Mientras tanto las personas se enfrentan a la muerte e inseguridad por no poder acceder a  servicios idóneos. El Aseguramiento Universal está expresado en un paquete de atenciones para pobres e indigentes pero no cubre enfermedades de alto costo, debido a que el número de afiliados se ha triplicado y el presupuesto solo se ha duplicado y además el MEF muestra indiferencia para entregar los recursos necesarios.

 

Estimamos que EsSalud debe priorizar la salud de los peruanos exigiendo una reforma de estado que garantice el acceso universal, integral y digno, con políticas de  estado que involucren a todos los organismos públicos y privados, para trabajar sobre los determinantes de la salud  con una auténtica política de promoción de la salud en el marco del desarrollo sostenible.