Turismo como divisa

editorialEl aeropuerto Francisco Secada Vignetta fue proyectado como internacional; pero, hasta la fecha luego de muchos años de su construcción no ha logrado ese objetivo como terminal aéreo que conectaría a esta parte de la Amazonía con muchos lugares del mundo y que serían los destinos para traer turistas hasta nuestra región. El último contacto con el mundo vía aérea directa que tuvimos fueron los destinos a Panamá, que como todos ya conocemos fueron cancelados por parte de la única agencia aérea que operaba en nuestro querido Iquitos. Después de algunos intentos porque vuelva este servicio por parte de la Cámara de Comercio de Loreto, según se conoce, esto no se hizo posible. También, años atrás se decía que la pista de nuestro primer terminal aéreo tenía que ser ampliada para poder recibir aviones de mayor tamaño y que esa medida era necesaria para ser considerada realmente como un aeropuerto internacional. Sin embargo, pareciera que poco interesara al Ministerio de Turismo de generar las condiciones para que Iquitos y todas sus bellezas, dicho sea de paso, acondicionadas, recibieran a turistas de muchos lugares del mundo. Estando el domingo por la madrugada en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima, vimos realmente como la inversión es inmensa, un terminal aéreo que poco a poco se va asemejando a una ciudadela con las ampliaciones y mejoramientos que se realizan cada cierto tiempo, y eso que Lima no solamente es un punto de visita, sino que también es un tránsito para otras ciudades del país. Y mirando la gran cantidad de gente que llega de diversos lugares del globo terráqueo para ir a otras ciudades del país como Cusco, Trujillo, Arequipa, Pucallpa, Iquitos, vemos su función de enlace obligado. Y esto nos hizo recordar cuando se comentó la idea de que Iquitos también fuera una entrada al país para llegar a Cusco y otras zonas dentro de la Nación. Volvemos a caer en la cuenta que el centralismo le sigue haciendo un grave daño al desarrollo del país en igualdad de oportunidades. Lamentable que nuestras autoridades centrales, incluyendo a los congresistas que proceden de las provincias, sigan en ese afán de hacerse los ciegos, sordos y mudos, en lo que realmente sirva de base para el desarrollo, y el turismo es un rubro que aporta grandemente a las divisas, y por tanto a generar empleo, y por ende a disminuir la delincuencia que encuentra su caldo de cultivo en el desempleo.