Triple frontera amazónica

Mientras como país cuando se cierra una puerta se abren otras, en esta parte de nuestra patria no sucede lo mismo, y siendo del mismo territorio. Es que valgan verdades, esa apertura del gobierno en asuntos de comercio exterior no termina por beneficiarnos a nosotros los selváticos en la medida de nuestras potencialidades por varios factores.

Solo para una muestra, el presidente de Estados Unidos de norte América, Donald Trump, ha sacado a su país del Acuerdo de Asociación Transpacífico, conocido por sus siglas en inglés como TPP. Se cierra la puerta estadounidense y el gobierno central aparte de los 21 acuerdos comerciales que tenemos con otras organizaciones y repúblicas, anuncia el inicio de negociaciones con India, Indonesia y Australia.

Todo muy bien porque es en beneficio del país, pero sus efectos no vinculan a zonas como nuestra región que no tiene condiciones para exportación, aparte de algunas líneas que se han desarrollado y beneficiado a un reducido número de empresas, que en poquísimos casos reinvierten en la región.

El gobierno central y sus políticas comerciales están en otra, y no en las reales necesidades de las provincias del país para generar economías cada cual con su realidad y potencialidades. En esta etapa que se habla de negociaciones, no aparecen rubros como los negocios ambientales. No estamos en la agenda comercial nacional. Y a quién le compete exigirlo?

Solo para mencionar otra fase en nuestra historia comercial, es la mínima relación que tenemos con las fronteras de Colombia y Brasil, entendiendo que existen ciudades fronterizas exitosas como Manaos por el lado brasileño y otras ciudades por la parte colombiana. Nos han dado leyes, pero las han cercenado “para proteger el producto nacional”, teoría que solo ha servido de pretexto mezquino, porque el Estado no quiso establecer y supervisar el sistema, para evitar perjudicar al producto nacional. Y a quién le compete exigirlo?

Necesitamos líderes que se compren el lío y que tengan visión, que vayan más allá de lo inmediato, que también es importante, pero urge trazar la línea de nuestro desarrollo con normativas que la alienten y por espacios de 40 a 50 años.

Hasta ahora lo que han hecho los gobiernos de turno es utilizarnos geográficamente como abrir las rutas de transporte multimodal desde el océano Pacífico hasta el Atlántico, para beneficiar a los que están en los extremos. Y a nosotros se nos sigue tratando como observadores.

Necesitamos acuerdos comerciales con nuestros vecinos fronterizos, que se cumplan en su totalidad y no a medias. Que se  perfeccione lo que ya existe como el Acuerdo Comercial Peruano Colombiano. Y que se cumpla. Y que vengan inversiones para desarrollar el turismo.