“Teñidoras” vigiladas

En un principio puede sonar gracioso muy al estilo jocoso del loretano, cuando nos referimos a lo que se rumorea hacen las vendedoras de aguajes de las esquinas y plazas de la ciudad de Iquitos, y probablemente se replica en otros lugares de nuestra Amazonía. Pero, qué hacen? Venden el fruto «teñido» de color shambo (tono anaranjado).
Para algunos las vendedoras tiñen los aguajes con el colorante natural denominado con el nombre de Achiote, pero, en realidad no se conoce si estarían utilizando otro tipo de colorantes que podría resultar dañino para la salud de los miles de iquiteños, beleninos, sanjuaninos y punchaninos que a diario consumen el fruto tropical más popular de la selva peruana.
Quienes han anunciado realizar operativos para detectar aguajes teñidos y realizar los exámenes de laboratorios necesarios, es la Municipalidad Distrital de Punchana, a pedido de la regidora Jenny Rocha Arriaga, y es que no sea que la concejal no quiera a las «aguajeras», lo que sucede es que ha dicho es un tema de poner en riesgo la salud de los consumidores.
Esto de la teñida del aguaje viene ya de mucho tiempo, no sabemos dónde, pero lo escuchamos; es más, hemos podido evidenciarlo también en aguajes que consumimos, por cuando se observa la pulpa, la parte de arriba, o la parte de encima se muestra como una laminita más colorada que la parte interna.
Bueno, al percatarnos del detalle le preguntamos a la señora vendedora si lo ha teñido, lo que enojada nos contestó que no. Y seguimos comiendo porque simplemente nos hizo dudar. El asunto es que ello debe ser cierto porque es un trascendido de hace mucho tiempo, y guarda relación con el hecho de que cada vez el fruto del aguaje tiene demanda fuera de la región.
Además de ser requerida para la industria gastronómica, de la belleza, de la salud y otros, fuera de la región Loreto, en nuestro caso específico, es a diario nuestro postre regional por excelencia, pero no por ello nos vamos a poner una venda en los ojos y decir que la iniciativa de Punchana es exagerada. Nada que ver. Pensamos que en buena hora que se realicen los operativos.
Los resultados del mismo darán ideas de cómo mejorar no solamente la calidad del producto aguaje que se vende a los clientes locales, sino que tal vez sea el inicio de todo un movimiento para organizar a las personas que venden aguaje en las veredas y plazas de la ciudad, porque son microempresarios que merecen la atención de las autoridades, para capacitarse y mejorar, entre otras cosas la presentación del producto, además de no teñirle, porque sus variedades nos permiten saborearlo, al margen del color que tengan.