Reglas básicas

Para el ejercicio de la función periodística existen varias reglas básicas, siendo una de ellas el de acceder al derecho a réplica cuando la persona o personas señaladas por el o la periodista, se hayan sentido ofendidas y solicitan expresarse en el mismo espacio sea radio, televisión o medio impreso. Sin embargo, eso no se viene cumpliendo, lo que es anti ético y atenta contra la ley, además que se recorta el derecho de quien lo solicita.

Sin embargo, es necesario señalar que existe también un procedimiento que cumplir para que esa réplica se cumpla. Una de ellas es la presentación de una carta, donde se pide justamente el espacio para responder al tema o para refutar los argumentos que consideramos que atentan contra el honor o la verdad de determinado hecho y que fueron vertidos por el hombre o mujer de prensa.

Esta solicitud de réplica para empezar no se hace a la mala, como parece ha ocurrido ayer en una emisora radial de Iquitos, cuando más de 50 personas ingresaron a solicitarlo a un conductor de noticiario que desde hace tiempo, comentan, venía propalando insultos, amenazas y expresiones subidas de tono, contra un líder político y su militancia.

Acá el periodista cometió el error de no aceptar la réplica y el solicitante que quería hacer valer su derecho de la defensa (regla judicial de oro) no midió el escenario y en vez de solicitarlo en paz, por poco propicia con sus acompañantes un grave enfrentamiento en el interior y exterior de la radio local. Felizmente no fue a más.

Pero acá, tiene que dejarse sentado que el derecho a réplica no implica que el solicitante tiene que pagar para que se lo permitan. Total equivocación. Craso error. Es una mirada desvirtuada de lo que significa ejercer la labor periodística. Es aquí donde se necesita la intervención de la labor gremial sea del Colegio de Periodistas, de la ANP o de la Federación de Periodistas, para que hagan su parte y se retomen los conceptos, quizás olvidados, pero importante refrescarlos entre sus asociados, principalmente. Los dueños de las empresas de comunicación también tienen responsabilidad y pueden aportar para que las aguas se tranquilicen, y sobre todo el nivel de  competencia no se vea oscurecido.