Prácticas Contra la Tensión Nerviosa

En el mundo que nos ha tocado   vivir, los diversos escenarios de nuestra vida, nos estacionan en determinados ambientes mentales, que  son la causa de innumerables desequilibrios no deseados, que lesionan en mayor o menor forma comportamiento, llevándonos por escenarios que cobran vida de acuerdo al grado de tensión nerviosa, consecuencia del grado de presión a que hayamos sido sometidos por nuestra rutina diaria.

Sin duda todo el mundo experimenta tensiones nerviosas, pues la angustia y la tensión son parte esencial en la vida de todos, así sucede cuando bebemos y comemos, para alimentar nuestro cuerpo, en un acto de protección a nuestra persona.

Hay científicos que aseguran que vernos como presas ocasionales de la ansiedad y la tensión, es algo natural, propio del mundo en que nos ha tocado vivir y ello no debe motivar preocupación; sin embargo aconsejan ponerse en guardia cuando los trastornos emocionales son frecuentes, intensos y duraderos.

¿Cómo saber si nos está ocurriendo esto último?, Hay  respuestas que esclarecen el panorama. Por ejemplo ¿le es difícil llevarse bien con los demás y encuentran ellos dificultades para llevarse bien con usted?, ¿Le resulta imposible dejar de pensar en sus ansiedades?, ¿ Sospecha de la gente y desconfía de sus amistades?.

Si su respuesta es sí a la mayor parte de estas preguntas u otras, tal hecho sólo indica  que debe hacer frente a la situación mediante sencillas medidas prácticas y eficaces que usted mismo puede adoptar.

En primer lugar desahóguese, cuando le suceda o preocupe, no se lo guarde, cuéntele su preocupación a alguna persona serena y de su confianza, su esposa o esposo en caso de una dama, su madre, o su padre, un hermano, un buen amigo o un sacerdote. Enseguida notará un refrescante alivio en la tensión que lo agobia.

En otras ocasiones es preciso escapar de un problema doloroso, espectar una buena película o algún buen libro, ayuda a cambiar el estado de ánimo. Si usted nota que con demasiada frecuencia se está dejando dominar por la ira, recuerde que el enojo generalmente acaba por hacerlo sentir tonto y apenado, si siente deseos de  desencadenarse contra alguien, trate de contenerse hasta mañana.