Por sus frutos los conoceréis. Loreto y la Reforma de la Salud

Por: Dr. Pedro Portocarrero
pedro.portocarrero@unapiquitos.edu.pe

Dr Pedro Portocarrero

En días pasados, nuestra región se vio impactada por uno de los más lamentables acontecimientos que registra su historia. Diez neonatos fallecieron en el servicio de Neonatología del Hospital Regional de Loreto. Los familiares reclaman, con pleno derecho, justicia y sanción para quienes resulten responsables, ¡de rey a paje!, por la negligencia y/o  error concurrente. Toda sociedad civilizada que enfrenta siniestros de tamaño jaez, requiere una explicación. Concluido el proceso de investigación, el Gorel está obligado a ello.
En tiempo de campaña electoral, el MIL y su equipo de salud reseñó los factores determinantes de la exclusión de la salud destacando entre ellos la inadecuada oferta de servicios (RR.HH, infraestructura y saneamiento) y, el pobre presupuesto  para investigación y capacitación. Se asumió el compromiso de implementar acciones de emergencia en los primeros 100 días de gestión… (PPN, Programa Al Filo del Machete). El viernes 14 de noviembre/14, en su despacho, se le reiteró al ministro el olvido de la salud de Loreto por parte de la clase política… “ésta es una oportunidad para que un gobierno elegido democráticamente honre una deuda histórica con una región que le ha permitido al país, merced a su riqueza natural, pagar deudas… ¡sobrevivir!” La necesidad de abordar la fase hospitalaria fue enfáticamente planteada (PPN, versión difundida Programa Día Siete).
A confesión de parte…
El  ministro de salud, doctor Aníbal Velásquez, expuso al país “…aportes para la mejora de las estrategias de salud” (Hotel Sol de Oro, lunes 17 de noviembre del 2014) y, sin ambages, estableció responsabilidad de la DIRESA-Loreto de entonces por graves omisiones (dengue, malaria), al tiempo de destacar la incidencia de la leptospirosis por el cuestionado alcantarillado, obra emblemática de la gestión Vásquez. Dijo también: “…Solo quedaba denunciar al presidente regional en el fuero judicial, lo que implicaba un proceso largo que no resolvería el problema directamente” (Pagina Web Minsa).
Las decisiones políticas son violentas, las técnicas son lentas…
El Minsa ha desplegado esfuerzos importantes, pero insuficientes…
En ese marco, en un breve lapso de tiempo, acontecen los hechos que nos enlutan. En el supuesto no admitido aún de un brote infeccioso (ocurrió en el Almenara el 2010; el 2012 en el Vladimir Ilianov Ilich, Holguin-Cuba y más recientemente en la Clínica San Pablo), las causas más frecuentes de una probable infección nosocomial o infección intrahospitalaria son: contacto con una colonia de microorganismos patógenos arraigados en una instalación hospitalaria, un tratamiento inseguro, compartir un vial contaminado, la madre en momento del parto, visitantes portadores de una infección transmisible mediante contacto o por el aire, el propio personal sanitario que asiste al enfermo, una instalación hospitalaria demasiado antigua y difícil de esterilizar, los quirófanos que utilizan luz y ventilación artificial, los sistemas y  conductos de aire acondicionado, el uso de instrumental mal esterilizado, falta de elementos protectores personales adecuados y estériles como blusas, guantes…. El Hospital Regional luce hacinado, tugurizado, vetusto… Un escenario para la inspiración de Víctor Hugo.
La bioseguridad, entre otros, deviene en un factor determinante. La vigilancia epidemiológica es fundamental. ¿Quién, quiénes, asumieron tal responsabilidad en el Minsa? Desde el 2002 a la fecha, los mismos actores se empoderaron con distintos gobiernos. El responsable de Vigilancia Epidemiológica fue el actual ministro.
La corrupción en los gobiernos regionales, despreciable estigma de la gestión local, es incuestionable.
En visita de médico, el ministro de salud, como el César, vino, vio y de repente cree que venció. Lo cierto es que no convenció.
El grito de guerra de la Gran Transformación fue la Inclusión Social. Después de casi 2 años de largada la Reforma de la Salud, a despecho de áulicos y turiferarios, una reflexión santa es oportuna: “por sus frutos los conoceréis”.
Por mucho menos, Pichanaki es un botón, renunció un ministro.
Los gestos de respeto al pueblo por parte de los gobiernos son necesarios; traducen distancia con la impunidad y, bueno que así sea, trasuntan a los gobiernos regionales. De no ser así, lo acotado por el titular de Salud no es sino un enunciado impropio de un reformista, ver y dejar pasar. Nobleza obliga.
La declaratoria de emergencia del Hospital Regional es una justificada y urgente demanda. Las medidas asumidas no son sino de impacto cosmético.