¿Por qué hay tantos jóvenes desdentados?

Nos referimos a los jóvenes y damas que no cuentan con recursos económicos para asistir a un consultorio dental particular. Humildes señoritas cuyos dientes (que se deben cuidar como perlas) son arrancados por algunos malos odontólogos (dentistas) que primero piensan en su bolsillo, antes que en la salud bucal de las personas.

El Estado viene haciendo denodados esfuerzos para cumplir (incluso de manera adelantada) con los desembolsos millonarios a fin de optimizar el Seguro Integral de Salud (SIS) para que éste cumpla su objetivo principal: velar por la salud integral de los pobres.

Desde el día martes se ha podido conocer el caso de una joven afiliada al SIS que acudió a la posta de Moronacocha, para que le arreglen un diente incisivo. Sacó su cita dental, pasó y el médico le dijo sin ninguna consideración que el diente tenía que ser extraído, además de practicarle una endodoncia que tenía un costo monetario. Se negó a darle la hoja de referencia para el Hospital Regional.

Si la joven aceptaba su diagnóstico, habría retornado a su casa sin un diente incisivo. Ayer miércoles acudió con prensa y ahí el dentista dijo que no había dicho lo que dijo y que desconocía que en el Hospital Regional hiciesen endodoncia. Finalmente entregó la hoja de referencia, previo envío de la afiliada a pedir guantes quirúrgicos y unas pastillas en la farmacia. (¿?)

Acudió al hospital regional donde un odontólogo la revisó y dijo que podía atenderla ya que no había más pacientes y eso de los “papeleos” retrasaba las atenciones inmediatas. El dentista fue a pedir el material necesario y ahí se le dijo que la atención a través del SIS tenía que estar detallada e ingresada de manera oficial. Lo cual es correcto.

Cuando la afiliada creía que ya había atravesado todo el vía crucis dental, le dijeron que antes del arreglo se le tenía que preparar. Tenía que tomar por 5 días antibióticos, luego retornar a la posta de Moronacocha a sacar otra hoja de referencia para recién poder atenderla en uno de los consultorios del Hospital Regional.

Esos vericuetos administrativos y burocráticos son los que hacen que el SIS no esté llegando a los pobladores más humildes del Perú. Todos le echan la culpa al seguro donado por el Estado, cuando no saben que el ministerio de salud sí está cumpliendo con el envió de dinero y que más bien la incapacidad mostrada frente a una urgencia o emergencia; la tienen los profesionales encargados de brindar el servicio.

Ayer un funcionario del SIS tomó nota del caso y de otros que vienen ocurriendo desde las postas de los pueblos, que es donde más acude la gente humilde. Ojalá y todo lo narrado cambie con el ingreso de nuevos profesionales a las unidades ejecutoras del sector salud. De lo contrario el esfuerzo del Estado, será en vano. Como viene ocurriendo actualmente.