Pero…¿Valen los chismes?.

Obligadamente, según el diccionario de la Real Academia de la lengua, la palabra chisme, se traduce como una noticia verdadera o falsa con que se pretende indisponer o difamar a una o varias personas contra otras, o cuando se murmura contra alguien  ya sea persona pública o privada; en estos tiempos,  sin duda alguna, el chisme como arma letal contra la honra  de personalidades ya sean políticas o empresariales, viene cumpliendo con lo previsto por quienes lo utilizaron contra una candidata municipal, que debido al acto delictivo ocasionado por un chisme, comenzó a perder credibilidad ante su ocasional rival con faldas, que ahora luce  invencible gracias al delictuoso trabajo realizado por gente contraria a la democracia.

Se creía que la práctica de intervenir teléfonos u otras vías de comunicación eran actos del pasado, dado el escándalo político y social que se desató con la visualización        del vídeo Kouri –  Montesinos, y que fue el principio y el casi final de una etapa  de vergüenza  sin nombre para todos los peruanos, sin embargo no fue así.

Casi al comienzo de agosto de este año, luego que la líder del PPC pusiera al descubierto la conexión de Kouri con el fujimontesinismo, comenzaron a grabar las conversaciones de la citada candidata con personajes de su entera confianza, procediéndose luego a editar citas y conversaciones con contenidos naturales en una charla    de amigos, pero cargados de esos gracejos tan naturales en nuestra lengua criolla. Pero detonó  el polvorín y surgieron neo puritanos que se bañaron en los aromas de su gritería ramplona y falaz.

Aquí viene lo bueno,  cierta prensa  no estuvo al margen del tema y antes bien, en lugar de propiciar el entendimiento  a los exabruptos vertidos en la charla telefónica ofrecida como prueba, el chisme malévolo, se dio a           la tarea de publicar, cada uno de acuerdo al medio con que contaban, la versión completa del denuesto vertido al desaire por una profesional que como cualquier  vecino, tiene su lenguaje particular y lo usa en privado con lo cual no ofende a nadie.

Recordar las prácticas montesinistas fue la tarea inmediata de la gente del PPC y lo logrado, permite acceder a todo un complejo donde la delincuencia tiene vasto territorio, donde  predominan los actos vedados y la corrupción que creíamos abolida. Volveremos con más sobre el tema.