Obreros se salvan de morir aplastados por toneladas de tierra

-Cuando realizaban trabajos de alcantarillado

Viven para contarlo. Cerca de la una de la tarde cuando faltaba pocos minutos para la hora del almuerzo, dos obreros que se encontraban trabajando en una zanja de cinco metros de profundidad, prácticamente fueron enterrados vivos, pero la rápida reacción de sus compañeros evitó que los obreros perecieran asfixiados.

El hecho se registró en los cruces de las calles Jaén con pasaje América, sector oeste de la Iquitos, y para poder sacar a sus compañeros, los obreros que vienen realizando trabajos de alcantarillado para la empresa china, tuvieron que utilizar palas e incluso sus manos para retirar la tierra y poder rescatar a sus amigos.

 

Uno de los obreros dijo que lo ocurrido es debido a la negligencia de los responsables de la obra, quienes se habrían negado a reforzar la zanjas con tablas para evitar posibles derrumbes; asimismo, dijo que al momento del accidente no estaba ni un solo supervisor, ni mucho menos el maquinista de la excavadora.

 

Luego de algunos minutos, con ayuda de los vecinos, ambos obreros fueron trasladados hasta el hospital Felipe Arriola Iglesias a bordo de las camionetas de la empresa china y de las unidades del 105.

 

Los heridos fueron identificados como Pablo Torres Villavicencio de 25 años de edad y Edgar Jaén Gonzales Chota de 37 años, el más grave según el reporte de los médicos, es Edgar Gonzales, quien presenta daños en la columna, mientras que Pablo Torres sólo golpes, ambos fueron trasladados hasta la clínica San Juan para ser atendidos por especialistas.

 

Durante todo el tiempo que los obreros permanecieron en el hospital Felipe Arriola Iglesias, los encargados de la obra estuvieron pendientes con sus medicinas y todo lo que pedían los médicos, hasta que fueron evacuados a la clínica.

 

En la zona del accidente, los trabajadores pedían la intervención de la dirección regional de trabajo y del presidente regional para que sepan en qué condiciones trabajan diariamente, indicando que fue una suerte que sus compañeros estén con vida. (G.Ross)