Nuevamente la Beneficencia Pública de Iquitos

Si hay algo que indigna mucho a la población, es conocer casos donde funcionarios o encargados de impulsar las donaciones o administrar fondos de centros de ayuda a contrarrestar la pobreza y pobreza extrema del país; terminan desnaturalizando su tarea hasta llevar al colapso a las instituciones dedicadas a fortalecer esos engranajes sociales.
En el presente año se han denunciado varias irregularidades al interior de la Beneficencia Pública de Iquitos, continúan apareciendo denuncias, pero los responsables de cambiar ese lamentable panorama, no interceden para cortar de raíz el mal uso de los recursos en una institución que más bien debe estar dedicada a salvaguardar su presupuesto para así poder ayudar a las poblaciones vulnerables, entiéndase niños y adultos mayores.
Nuevas denuncias han flotado respecto al accionar del actual presidente del directorio Jorge Chávez Sotelo, quien ingresó al movimiento político del presidente Ollanta Humala, recién en el año 2012. Supo ganarse su confianza y quizá por ello es que remueven a todos del cargo cuando quieren o les pasan sus cartas de despido a los funcionarios que desean enderezar los entuertos; más no pasa nada con el presidente de la mencionada Beneficencia Pública.
En esta oportunidad, es menester que el Ministerio de la Mujer, revise a profundidad el caminar de la mencionada institución en Iquitos para que pueda conocer al detalle el sistema poco transparente en que se viene moviendo desde hace mucho.
No es saludable que el dinero utilizado para adquirir alimentos, bienes necesarios o medicamentos para los abuelitos del asilo o los niños de la casa estancia; se esté viendo manchado por sobrevaloraciones absurdas, así como despilfarros al pagar 10 mil soles por un álbum de fotografías de las tumbas ubicadas en el Cementerio “San Miguel Arcángel” de Iquitos.
Mucho más cuando es conocido que la antropóloga loretana Mónica Panaifo Teixeira, viene desarrollando un trabajo extraordinario en material fotográfico y fílmico de las tumbas a fin de ubicar al Cementerio en el circuito turístico de Iquitos. Todo sin cobrarle ni un sol a la Beneficencia  Pública. Un álbum de fotos, cuando los techos se caen a pedazos, las veredas se abren solas por la vejez, las paredes levantadas en 1,908 ídem se rajan de puro antiguas sin que puedan refaccionarlas.
Esas irracionalidades están ocurriendo al interior de la Beneficencia Pública, sin que nadie pueda actuar frente a lo mostrado. ¿Qué hacer?