Necesaria explicación

Algo no ha sucedido en la reunión entre los Apus y la Comisión de alto nivel enviada por el gobierno nacional, y según la versión que tenemos es que se hablaron de varios temas y se tomaron acuerdos preliminares, pero para sorpresa de los representantes de las federaciones indígenas, en el Acta que se transcribió supuestamente lo acordado en la reunión, se obviaron varios puntos.

De lo no sucedido, ha dicho el asesor indígena José Fachín, son testigos la representación de la Defensoría del Pueblo, de las organizaciones nativas ORPIO y AIDESEP. “No hay credibilidad en la Comisión porque no incluyó en el acta lo realmente conversado”. Entonces, este hecho calificado por ellos de indignante,  ha sido expuesto en la asamblea en Saramurillo, quienes luego de analizar el tema decidieron seguir con el paro indefinido como ya informamos. Era casi obvia esta reacción.

Lo que ha sucedido en este encuentro, es decir que no llegaron a nada concreto, es lo que justamente podría pasar en el mismo Saramurillo, hasta donde quieren los indígenas se traslade la Comisión de alto nivel. Pensamos que tanto los protestantes como los representantes del Estado, tienen que sincerar que en una solo sesión no van a resolver los reclamos, porque no depende de un sí o un no, los temas requieren consultas y seguimientos, obviamente añadiendo plazos, para que no se sigan haciendo eternos, como reclaman al decir que los “diálogos no tienen resultados”.

Solamente en el tema de la remediación que no se ha cumplido, los indígenas tienen un buen sustento de lo que afirman, y hay otros puntos más que no se han llegado a concretar. Por lo que el anuncio de que la Comisión de alto nivel venía a instalarse en Iquitos, para que desde acá vía internet y demás tecnologías se enlacen con Lima en busca de soluciones rápidas, parecía una salida bien sustentada que se ajustaba al momento que se vive.

Entonces, no había justificación de reunirse en Saramurillo, si la Comisión se entendió iba a trabajar por varios días en Iquitos hasta encontrar soluciones, por lo menos a los problemas que no requieran trámites como la modificación de alguna ley, que necesariamente tiene que ir por procedimientos que el reglamento exige, y eso toma su tiempo. Todo parecía razonable y la exigencia indígena de sesionar en Saramurillo ya sonaba trillado, sin argumento de peso, y hasta imprudente porque una población insatisfecha al 100 % podría reaccionar descontroladamente. Y esto lo sabe todo dirigente indígena o mestizo.

Así, con el cambio de escenario de Iquitos por Lima, por parte de la Comisión, es comprensible la reacción de los Apus en el sentido de sentirse engañados. Porque dijeron en Iquitos nos sentamos y no regresamos hasta encontrar las soluciones más posibles, y resulta que en el Acta salen proponiendo reunión en Lima, y cometen el error de excluir parte de lo conversado.

Pero, lo que llama también la atención es el poco interés que muestran los propios congresistas por Loreto, y las autoridades nacionales en general.