Mujeres indígenas también estudian para contar con una carrera profesional

– En su mayoría son mayores por lo difícil que les resulta
– Jóvenes indígenas hacen un llamado al nuevo gobernante para que vea por sus hermanos de las zonas rurales IMG_0388

Hace tiempo se pudo entrevistar al estudiante indígena Elisbán Grefa, quien llegó desde el Putumayo a Iquitos. En esa oportunidad él manifestó que los padres de familia de la zona rural eran machistas al no dejar que sus hijas salgan del pueblo a estudiar carreras en la ciudad, además que la mayoría no contaba con dinero para enviarlas.
Ayer se pudo encontrar a dos jóvenes estudiantes indígenas bajo una maloca, comiendo pango en olla común. Ambas contaron que vienen estudiando en Iquitos, que no es fácil pero que continúan adelante hasta contar con una carrera que luego les permita ayudar a sus familias que han quedado en el Putumayo.
Hablamos con Gisela Vásquez Huaynacari (25), salió hace tres meses de su natal «El Estrecho», dejando a su madre, hermanos y un hijito de 4 años. Se hospedó en el local de ORPIO y buscó trabajo en una casa particular para ganar algo de dinero. Lo logró y con la plata que gana se matriculó en el Instituto «Reina de las Américas» para estudiar Enfermería.
«La señora que me da trabajo es buena persona, me paga y con eso estudio, ella comprende y me da facilidades cuando tengo que hacer trabajos en mi Instituto. Siempre quise ser enfermera, me encanta y se que lo voy a lograr. Antes no pude estudiar porque no podía salir desde el Putumayo acá debido a que no había economía. Extraño bastante a mi hijito pero me esfuerzo y se que un día volveremos a vivir juntos», contó Gisela, haciendo un pedido al futuro gobernante regional.
«Que busque una modalidad para que nos apoyen con facilidades para poder estudiar. Que hagan los pedagógicos y tecnológicos en las provincias para que no vengamos de tan lejos y todos los jóvenes estudien, que no se queden sin hacer nada», concluyó.
También se entrevistó a Floyda Tangoa, quien llegó desde la comunidad «Nueva Esperanza» ubicada en el alto Putumayo, hace tres años a estudiar educación primaria en la Unap. Hoy está en tercer nivel y dice extrañar mucho a sus padres y hermanos a quienes no ve justamente desde hace tres años. «Es muy lejos y además muy caro ir hasta mi tierra. Mas bien mi hermano acaba este año y quiere venir a estudiar acá», señaló.
«Allá hay muchos estudiantes que terminan primaria o secundaria pero ahí nomás se quedan porque no hay facilidad para venir acá. Le pido al nuevo gobernante de Loreto que se preocupe más por las zonas rurales donde la educación es baja. Que facilite a los jóvenes para que estén más capacitados, que sepan más y ahí mismo salgan adelante para que no tengan que venir hasta la ciudad. Que se preocupe de la zona, no solo del Putumayo sino de los diferentes lugares», concluyó la futura maestra de nivel primario.