Mujeres en la lucha

En este país, basta y sobra con ser mujer para estar considerada como una persona de segunda categoría y ser blanco de burlas, maltratos físicos, psicológicos y, un permanente cochino acoso sexual y hasta político.
Eso ha hecho que las mujeres que ejercen un cargo público, sean autoridades, funcionarias, representantes de organizaciones feministas, etc. hayan protestado fuertemente en el frontis del Congreso de la República por la demora que hay en el poder legislativo para aprobar el proyecto de ley 1903, que precisamente es contra el acoso político a las mujeres.
No sabemos qué diferencia podría existir entre, por ejemplo,  mujeres europeas y sudamericanas, mientras que unas desarrollan sus capacidades dentro del respeto de sus congéneres y de los varones que ven en ellas potencialidades para dirigir organizaciones del más alto nivel como funcionarias principales en organismos económicos y políticos de una nación, aquí la mujer tiene que ser, en términos loretanos, muy macha para imponerse ante tanto mequetrefe y fantoche que por envidia, maltrata a una dama que por sus propios méritos ha alcanzado un sitial. Eso no puede permitirse en una sociedad que pregona a los cuatro vientos la inclusión social y que por eso es importante que los congresistas de una vez por todas aprueben el instrumento legal que sancione a quienes atropellen a las mujeres políticas acosándolas.
A la mujer política que presente una idea para beneficio de la población, inmediatamente le sale al frente un tal por cual, hablando mal de ella, cuestionándola, etc. obedeciendo a miserables consignas partidarias o intereses personales.
Bien que las mujeres salgan a las calles a demostrar que son una fuerza y que nadie puede faltarles el respeto. Apoyamos estas jornadas porque somos conscientes de la valía que la mujer en la actualidad ha alcanzado, gracias a su esfuerzo y sacrificio, que la ha convertido en pieza clave para el desarrollo de nuestra sociedad, en lo político, empresarial, profesional y técnico.