Menores de edad salieron a las 6 de la mañana de la discoteca RUMBA

  • Celebraron como “grandes” la fiesta de San Valentín

 

Un grupo de muchachos que no pasaban de 15 años salieron a las 6 de la mañana y en aparente estado de ebriedad del interior de la discoteca “Rumba” luego de haberse divertido toda la noche del 14 de febrero y parte de la madrugada del 15 del mismo mes celebrando, al parecer,  la fiesta de San Valentín.

Los menores que recién se dieron cuentan que ya había amanecido, salieron desesperados del lugar, algunas de las jovencitas veían la hora en su reloj y buscaban motocarro para retirarse del lugar debido a la cantidad de reporteros que habían llegado al local tras ser alertados por vecinos del lugar.

Algunas menores no podían ni pararse, otras vestían diminutas prendas, mientras que los varones abrazaban a varias de ellas besándolas en la vía pública a vista y paciencia del personal de seguridad de esta discoteca y de los motocarristas que habían llegado al lugar.

Minutos más tarde, el grupo de muchachos y muchachas se subieron a un motocarro y se fueron de la discoteca con dirección desconocida, gritando e insultando a las personas que habían en el sector.

“La verdad que es preocupante todo esto ¿dónde están los padres de estos menores? no puede ser posible que se den esta gran vida como si fueran personas adultas, por eso llamamos a la prensa para que vengan a constatar el hecho y vean que esta discoteca no respeta ni horarios ni restringe el ingreso de menores de edad e incluso es un dolor de cabeza para cada uno de los vecinos del lugar cada vez que estas personas salen del lugar, casi todos los fines se registran peleas, robos y asaltos, y la policía y el serenazgo bien gracias, no intervienen porque este local tiene una licencia especial de funcionamiento que lo sacaron de la ciudad de lima”, sostuvo una indignada vecina de la zona.

Los vecinos del lugar solicitaron a las autoridades de Punchana que pongan más vigilancia por esta zona debido de que desde hace mucho tiempo se ha convertido en tierra de nadie.

 (C. Ampuero)